Un miĆ©rcoles de septiembre nos dirigimos a conocer la Ā«perreraĀ» de la asociaciĆ³n protectora de animales y medio ambiente (Apayma) de Argamasilla de Alba. Esta asociaciĆ³n naciĆ³ en 1998, ayuda a diversos animales, especialmente perros, y estĆ” situada junto al Ā«malecĆ³nĀ» de Argamasilla de Alba.
Llegamos a la asociaciĆ³n, hemos hablado de que nos acercĆ”bamos a eso de la una pasada, nos reciben dos de sus miembros, Sidi y Jennifer, que de forma amable y divertida nos abren las puertas de su espacio, arrecia el sol maƱanero de septiembre, ese que pica y que se mezcla los olores del mosto y las moscas.
Apayma es una protectora de animales, que ha ido creciendo poco a poco en esta localidad manchega, de manos de los socios, amigos, conocidos y del ayuntamiento. Al abrirnos la puerta de la Ā«sedeĀ» o Ā«la perreraĀ» como la queramos denominar, nos encontramos un espacio amplio, sobrio y limpio. A la derecha observamos una caseta donde se guardan Ā«bartulesĀ» y piensos, de frente encontramos los espacios que ocupan los distintos perros. Preguntamos a los dos miembros de Apayma, y nos dicen que hay mĆ”s de cien perros en sus instalaciones, de los cuales unos quince son cachorros, a los cuales, limpian, alimentan, y desparasitan. La verdad es que, vimos un lugar en buenas condiciones, sin lujos, pero amable.
Para nuestra sorpresa, nos encontramos a distintas razas de perros, con distintas edades, pesos, tamaƱos (pequeƱos, grandes, medianos), con raza y sin ella, pero, al fin y al cabo, seres vivos, animales que merecen respeto y atenciĆ³n de la sociedad que los acoge.
Los cachorros, y los perros nos empiezan a rodear, nos olisquean y quieren jugar; una Galga le pone las Ā«patejasĀ» en el polo al bueno de Benito, un pastor alemĆ”n hace lo propio, con el que suscribe, mientras… pienso en que me va a decir mi madre cuando llegue a mi casa y me vea las huellas en el polo negro que llevo. Comenzamos el dialogo con una de las voluntarias.
El papel esencial del voluntariado
Jennifer Aguado, es una de las jĆ³venes voluntarias de Apayma, es vecina de Argamasilla y lleva dos aƱos y medio como voluntaria en la asociaciĆ³n. Ella nos resume de una forma prĆ”ctica la labor de Apayma Ā«recogemos a los que abandonan, intentamos ayudar a las personas que tienen algĆŗn problema con sus animalesĀ». Este refugio de perros tiene, nos cuenta, āciento veinte, ciento treinta perrosĀ», Ā«los gatos estĆ”n en Ā«el molinoĀ» de la localidadĀ».
Jennifer nos explica como es un dĆa cualquiera para una voluntaria como ella: Ā«darles comida, darles cariƱo, peinarles, y si veo alguno enfermo llevarle al veterinario, hacer sombras para que los animales estĆ©n frescos, tejaillos, etcĀ».
Son necesarios mĆ”s voluntarios: Ā”ApĆŗntate!
Jennifer, nos seƱala en nuestra charla que Ā«hacen falta mĆ”s voluntarios para dedicarles mĆ”s tiempo a los perros, para estar con los perrosĀ», Ā«en limpieza, vamos bienĀ». La voluntaria nos seƱala que las personas pueden colaborar, ātrayendo pienso, lejĆa, sacar algĆŗn perro, ser casa de acogida, avisar si ven algĆŗn animal en la calle, recogerlo y traĆ©rnosloĀ».
Adoptar con responsabilidad a perros de Apayma, la clave
Seguimos conversando con Jennifer y le preguntamos que tiene que hacer una familia o una persona para poder adoptar uno de los perros que hay en la perrera de Apayma. Ella nos seƱala que la asociaciĆ³n establece un dialogo con la familia para ver en quĆ© condiciones va a vivir el animal, y determinar asĆ la viabilidad de la adopciĆ³n. Jennifer nos explica que los horarios de visita de la perrera son de 8 a 14 horas de lunes a domingo, aunque puedes seguir su actividad a travĆ©s de la comunidad de FACEBOOK Apayma Argamasilla de Alba.
Nos despedimos de Sidi y de Jennifer, tras hacer unas fotos (que os dejamos) de los cachorros que hay en la perrera y que os animamos a adoptar.