Ligada a la minerÃa desde tiempo inmemorial, localizada en el Valle de Alcudia se encuentra Almadén, con lo rojizo cinabrio tiñendo sus pinturas rupestres. Usado como tinte, cosmético o ungüento, los romanos ya abrieron la tierra en busca de este preciado metal, habiendo producido esta localización la tercera parte del mercurio consumido por la humanidad.
Tras la explotación, se transformó en el Parque Minero de Almadén, convirtiéndose el interior de la mina en le mayor atractivo del parque, donde se recorren las explotaciones de los siglos XVI a XVIII de la misma manera que lo hacÃan los mineros, accediendo a la mina a través de una jaula recreado como es estar en un almacén de la época o sentir los sonidos y composiciones del trabajo en la mina.
La riqueza de la minerÃa a lo largo de la historia ha permitido que este enclave haya construido edificaciones religiosas y civiles entre las destacan la única Plaza de Toros hexagonal del mundo, el Castillo de Retamar, construido por los árabes en el S.XII junto con el acervo religioso de la villa, formado por la iglesia de San Sebastián, la ermita de Fátima o la iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Estrella.