Toledo se alza sobre las aguas de un Tajo que refleja los puentes milenarios, las ruinas visigodas y leyendas de templarios, junto con aves que hacen de las Barrancas de Barujon su refugio, trayéndonos a la imagen la América que se alza sobre el Gran Cañon.
Y es que parece que la TARDIS, al adentrarnos en Toledo, nos transporta a épocas de romanas de bellos mosaicos, mausoleos y mármoles de todos los rincones del mediterráneo, tiene testimonio vivido de la Hispania romana en el Parque Arqueologico de Carranque.
Visigodos también ocuparon esta tierra, y se nos adentra en leyendas que dicen que esta misteriosa ciudad cuenta con un pasadizo que conecta la iglesia de Santa Maria de Melque, oda a la época visigoda, y el castillo de San Martin de Montalban, donde templarios y monjes opinaban sobre los tesoros de Rey Salomón, que se sitúan en la zona, y que ha día de hoy, son un misterio por descubrir para sus visitantes.
Conocida como la «ciudad de las tres culturas» por la convivencia de las cultura cristiana, árabe y judía, Toledo conserva tras sus murallas un legado artístico, cultural e histórico impresionante, haciéndola una de las ciudades españolas de mayor riqueza monumental. Toledo convierte el casco antiguo de la capital de Castilla-La Mancha en un museo al aire libre, donde los ecos del pasado se escuchan al ritmo de los pasos al adentrarse entre sus muros.