La Guardia Civil ha confirmado, mediante pruebas practicas de ADN, que los restos óseos hallados en Navamorcuende el pasado mes de febrero, corresponden a un hombre que se hallada desaparecido desde el mes de enero del año 2016.
En la mañana del pasado día 23 de febrero, la Guardia Civil tuvo conocimiento de que un operario de limpieza de GEACAM (Gestión Ambiental de Castilla la Mancha), que se encontraba realizado labores de desbrozado de la carretera TO-1375, dentro del término municipal de Navamorcuende, había descubierto parte de un cráneo humano.
La Guardia Civil montó un dispositivo de búsqueda de otros posibles restos óseos abarcando un amplio radio desde el punto donde se había localizado el cráneo, localizando a unos 400 metros de éste restos de ropa vieja. En su interior había más huesos de apariencia humana y una cartera con documentación, por lo que se acordonó toda la zona y se continuó con la exploración de la misma, hallando otros restos diseminados por el monte.
El Laboratorio de Criminalística de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Toledo, se hizo cargo de recoger de forma escrupulosa todos los restos hallados para remitirlos al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Ciudad Real y Toledo para determinar, a través de un análisis de ADN la identidad de la persona.
El día 26 de este mes, un informe de este Instituto, confirmó que los restos humanos correspondían a D. Ángel López Barroso, un vecino de la localidad de Navamorcuende que llevaba desaparecido desde el pasado día 13 de enero del año 2016 cuando fue visto por última vez en el paraje conocido como “El Piélago” de ese municipio, donde se montó un amplio dispositivo de búsqueda entre distintas Unidades de la Guardia Civil, Protección Civil y gran cantidad de voluntarios.