Un año más nos despediremos de estos 12 meses tomando las uvas, y también malhumorados al comprobar delante de la factura de la luz, cómo ha vuelto a subir, y eso que desde el Gobierno de la Energía aseguran que están haciendo todo lo que pueden por contener este incremento.
El precio de la electricidad para el consumidor medio ha aumentado un 4,6% solo en lo que llevamos de mes y el del gas lleva el mismo camino, porque las previsiones aseguran que subirá en enero hasta un 6,2 %, cuando nos hagan la revisión trimestral; es decir, que los Reyes Magos, este 2018 nos traerá de nuevo una disparatad subida de recibos esenciales para vivir.
LOS MOTIVOS DE LA SUBIDA
Y uno de los motivos de estos incrementos en nuestra factura se debe al frío, a la nieve, a Ana, a Bruno… es decir, a las adversas condiciones climatológicas de este invierno que, aunque llegó tarde, lo hizo con temperaturas bajo cero y heladas la mayoría de los días.
Un frío, que ha hecho que haya más demanda que oferta y, por tanto, haya subido la materia prima en los mercados internacionales afectando de lleno a la factura energética en nuestros hogares.
Pero no ha sido el único motivo. La sequía afecta al campo, y también al consumidor medo, porque la falta de agua ha hecho que los pantanos estén secos y por tanto ha disminuido considerablemente la producción de energía hidroeléctrica.
Mientras, desde el Ministerio de Energía han anunciado que mantendrá congelada en 2018 la parte regulada de la factura de gas, y los peajes que se cobran por el uso de las infraestructuras y por el coste de la energía. Pero parece insufiente.
Si se confirma este incremento al final de este año que estamos a punto de despedir, el recibo de la luz puede superar el aumento del 10% vaticinado por el ministro de Energía, Álvaro Nadal, en su última comparecencia en el Congreso de los Diputados el mes pasado.