El presidente regional, Emiliano GarcÃa-Page, ha considerado que las nuevas normas internas del PSOE, aprobadas en el Congreso Federal del pasado sábado, 17 de febrero, no debilitan a los ‘barones’ socialistas, ya que, según ha dicho, el poder de estos ‘barones’ es «el que da la gente».
El presidente castellano-manchego ha restado importancia a las ausencias en el Comité de los presidentes de AndalucÃa, Susana DÃaz; Comunidad Valenciana, Ximo Puig; Baleares, Francina Armengol, y Asturias, Javier Fernández, opinando que estas circunstancias «a veces se sacan de contexto».
«Con presencias o ausencias, no hay voluntad en ningún rincón del partido en crear problema y desviar el rumbo que se ha emprendido en el XXXIX Congreso», ha asegurado, añadiendo que los socialistas ya no van a tener discusiones «después de muchos zarandeos».
Del mismo modo, espera que nadie «se invente un candidato alternativo» dentro del PSOE para competir con el secretario general del partido, Pedro Sánchez, por ser el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno. «Las cosas las tenemos más que discutidas y se trata ahora de salir al último tercio, utilizar la muleta y sacar el mejor trofeo posible», ha continuado, incidiendo en que ve a Sánchez «en condiciones» de disputar la victoria en las próximas elecciones generales.
CASTELLANO EN CATALUÑA
Preguntado por si existe una división dentro del PSOE en respecto a la situación del idioma castellano en Cataluña, GarcÃa-Page ha remarcado que no cree que haya «tanta diferencia» entre unas posturas y otras, exponiendo que su idea es que «la Constitución marcó muy claro que hay un idioma oficial y otros cooficiales y esto no debe ser una barrera para el ejercicio de los derechos en igualdad de condiciones».
Asimismo, ha señalado que «no todo funciona bien en el uso del castellano en Cataluña» y ha opinado que «no hace falta tocar el Estatuto ni la Constitución para haber introducido algunas coordenadas que evitaran las tentaciones independentistas con el castellano».
«Realmente este es un espacio que quizá no está del todo milimetrado en el debate constitucional», ha insistido, apuntando que entiende que «se quiera afianzar una lengua en una parte del territorio» pero «no a costa de la merma de derechos».