Cerca de 11.000 mujeres víctimas de violencia de género son monitorizadas a nivel nacional por un convenio entre Cruz Roja y la Federación de Municipios y Provincias.
Y es que Cruz Roja utiliza el servicio de teleasistencia para estos casos también, y cuando el enfermo se sale del entorno marcado, automáticamente en su sala de control salta una alarma, lo que según Senent garantiza que el enfermo pueda salir a la calle y que si se pierde, pueda ser localizado.
En palabras del presidente de la organización, si bien hace años Cruz Roja dedicaba casi el 80% de su actividad al área sanitaria y el resto a la social, hoy las cosas han cambiado y es casi a la inversa, el 75% de su labor es atención social. Una razón que da Senent para ello es que la Sanidad hoy en España es «muy potente».
Para el responsable nacional de Cruz Roja, una de las mayores preocupaciones sigue siendo la atención a los colectivos más vulnerables, y es consciente de que en este cupo se incluyen hoy personas que antes de la crisis no estaban incluidas.
«Hoy en día tenemos claro y consideramos que muchos de los colectivos con los que trabajamos, los hemos incorporado ya en nuestro día a día, y llevará años que cambie», ha precisado.
LAS COSAS VAN MEJOR
Cree que las cosas, a nivel económico, van «mejor», pero es consciente de que «la mejora cierta que vemos todavía no ha llegado a los colectivos vulnerables, que siguen pasándolo mal y nosotros trabajamos con ellos para que puedan vivir», añade.
«Nadie va a salir de la vulnerabilidad si no tiene trabajo y por eso desde Cruz Roja se trabaja en itinerarios para tratar de ayudar a determinados colectivos a encontrarlo», apostilla.
Senent ha incidido en que las cuestiones que más preocupan actualmente a la organización guardan relación con los trabajadores pobres, una realidad hoy teniendo en cuenta que reciben salarios precarios que no les permiten cubrir las necesidades básicas. Actualmente, según el presidente de Cruz Roja, casi 7.000 empresas colaboran con la organización en cuestiones de empleo.
Por lo que se refiere a la situación de la organización hoy, ha afirmado que, «año a año» ha crecido en ingresos, socios y aportación de estos, así como en voluntariado y en actividades. Según ha dicho, son una organización abierta a todo el mundo que goza de un buen estado de salud, entre otras cosas porque «tuvo el acierto de equilibrar sus fuentes de financiación y no poner los huevos en la misma cesta».
En este aspecto ha aclarado que actualmente una de sus principales fuentes de financiación son las aportaciones de socios y donantes, a la que suman la prestación de servicios y la subvenciones, que suelen venir con cargo al IRPF . «Hemos procurado mantener el equilibrio entre las tres y así llevamos años creciendo de un orden del 4 o 5% anual en número de asociados y en cantidad aportada, ha incidido.
En cuanto al voluntariado, tienen ya más de 200.000 personas que trabajan con esta organización, entre ellos también bastantes personas que se han visto afectadas por la pérdida de su empleo. Las relaciones con las instituciones son buenas, según Senent, y también con las distintas comunidades autónomas como es el caso de Castilla-La Mancha. «Estamos en la mejor situación en cuanto a cooperación entre las administraciones y otras ONG, empresas y sociedad civil en general», ha afirmado.
En Castilla-La Mancha cree que se da una particularidad que no se da en otras comunidades autónomas y esa es que su dispersión geográfica así como el hecho de contar con cientos de municipios pequeños «donde la prestación del servicio es más complicada», ha dicho, tras incidir también en que es una de las autonomías más envejecidas.
En el tema de inmigración, Senent ha mostrado su preocupación por este colectivo después de cifrar en más de 20.000 las personas atendidas el pasado año en el país, una cifra que para este año podría alcanzar los 35.000. En todo caso, el presidente de Cruz Roja considera que la sociedad española es generosa con quien lo necesita.
