El Gobierno de Castilla-La Mancha y el Colegio de Arquitectos de Cuenca han colaborado para buscar soluciones que resuelvan y mejoren los problemas de accesibilidad en el Casco Histórico de Cuenca.
En este sentido, se ha mantenido una nueva reunión de trabajo en la que han participado el director general de Planificación Territorial y Sostenibilidad, Javier Barrado, con los arquitectos del proyecto ‘Cuenca-In’, cuyos principales impulsores son Carmen Mota, Fernando Olmedilla y Ana Fernández.
El objetivo de este programa es que las soluciones que se extraigan y que se adopten cuenten con el máximo consenso acorde a las necesidades de la ciudadanía, ya que la razón principal de esta iniciativa es “facilitar la vida a los habitantes del Casco Histórico, en primera instancia, y fomentar el turismo, en segunda; además de reactivar social y económicamente el casco a través de, entre otras intervenciones, la mejora de su accesibilidad”, ha recalcado Barrado.
Fue el presidente del Gobierno regional, Emiliano García-Page, quien anunció en julio de 2016 la intención del Gobierno regional de retomar los trabajos de los remontes mecánicos al entender que es uno de los problemas estructurales de Cuenca y resolverlo supondría un impulso definitivo para la ciudad.
Definición de las tres fases de trabajo de ‘Cuenca-In’
En la primera fase, se realizó una exposición denominada ‘Cuenca-In accesible por naturaleza’, que se pudo visitar en la sala de exposiciones temporales ‘Princesa Zaida’ del Museo de Cuenca y que tuvo lugar en la primavera de este año 2017. Esta muestra recopilaba todos aquellos proyectos que desde los años 40 han buscado alguna solución para mejorar la accesibilidad al Casco Antiguo de Cuenca.
Asimismo, se pusieron de relieve las soluciones técnicas que se han adoptado en otros lugares de España y del mundo. Así, ciudades como Toledo, Vitoria o Pamplona, y países como Suiza, Valparaíso o China, se convierten en claros ejemplos de que, desde el rigor y con la colaboración de todos, se puede llegar a una propuesta de éxito.
En una segunda fase, se propone el análisis de los proyectos recopilados anteriormente, así como la toma de nuevos datos que puedan ser determinantes para la elaboración de las propuestas, el estudio de los tipos de usuarios y flujos de personas; la relación entre los puntos de interés y atractivo turístico; las características físicas del casco histórico, como topografía o trama urbana; estudios de titularidades y viabilidad jurídica, propiedades afectadas, dominios o disponibilidad de inmuebles; análisis del impacto visual y paisajístico de las intervenciones, o cualquier otro dato que pueda ser representativo para plantear una estrategia acertada del tema.
A continuación, y el que será el siguiente paso, la tercera fase consistirá en la presentación del trabajo. Tras la elaboración de las propuestas, se planificará la difusión para dar a conocer el documento realizado a través de un curso-taller o congreso internacional que se realizará en coordinación con la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), que recogerá las conclusiones obtenidas y exponga las intervenciones proyectadas. Se podrá proponer, a su vez, la nueva Ley del Paisaje. Al respecto, se ha propuesto que estos resultados se publiquen en un único documento resumen en formato papel y digital para conseguir la mayor difusión.