La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Toledo tiene previsto juzgar el próximo martes, 27 de mayo, al acusado J.M.S.T. para el que el Ministerio Fiscal pide dos años de cárcel por un delito de agresión sexual a una menor de 16 años en Toledo.
Según el Fiscal, el procesado había conocido a esta mujer unos pocos días antes y era vecina suya, con la que había conversado sobre la posibilidad de que ésta trabajara en el pequeño establecimiento regentado por el acusado en las cercanías del domicilio de ambos.
En este contexto, según el relato de fiscal y, a pesar de las horas, el acusado llamó a la puerta de la citada vivienda y enseguida se percató de que la mujer no se encontraba en la casa pero allí si estaba su hija, de 13 años de edad en ese momento.
Para el Ministerio Público, esta situación «excitó los instintos libidinosos del acusado» que, con la excusa de pedir a la menor el teléfono de su madre para ofrecerla el trabajo, logró entrar en la vivienda y llegar hasta la cocina.
Fue allí donde, mientras la joven «apuntaba en un papel el número de teléfono, el acusado se aproximó cada vez más a ella y comenzó a insinuarse diciendo que era muy guapa, que vestía muy moderna, que podría ser modelo y que, incluso, podría ganar 50 euros haciéndose fotografías», apunta el escrito.
Este «cortejo» del acusado llegó al plano físico, apunta el fiscal, y J.M.S.T. comenzó a tocar la cara de la menor, a pasar sus dedos por sus labios y a manosearla en la barriga y en la espalda, al tiempo que la ponía de perfil simulando medirla.
Finalmente, cuando en un momento dado, J.M.S.T. cogió del tirante del sujetador a la joven ésta reaccionó súbitamente quitándole la mano, y obligando inmediatamente al acusado a que se marchara de su casa.
Una vez logrado su objetivo, de nueva sola en casa y muy asustada, la niña llamó a unos amigos para contarles lo ocurrido y, a continuación, aconsejada por ellos, llamó a la Policía Nacional, que minutos después localizó y detuvo al acusado, apunta la Fiscalía.