El padre de unos alumnos del colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Rosa Parks de Toledo que este miércoles agredió al director del centro ha quedado en libertad con cargos tras declarar ante el juzgado, que ha acordado una serie de medidas cautelares como una orden de alejamiento de 300 metros para el agresor tanto del centro educativo como de la víctima.
El representante de STE en Toledo, Gonzalo Ballesteros, ha informado de que tanto el agresor como el director del centro han prestado declaración ante el juzgado y, puesto que el agresor no ha aceptado una conformidad, el caso irá a juicio, que se ha fijado para el 13 de mayo.
Ballesteros ha afirmado que al hombre que golpeó al director del Rosa Parks se le imputan tres supuestos delitos, que son un delito de atentado a la autoridad, un delito de lesiones y un delito de amenazas, que suponen que en total se puede enfrentar a una «considerable condena», de tres o cuatro años de prisión.
Asimismo, ha detallado que el agredido ha renunciado a reclamar cualquier tipo de compensación económica, ya que ha asegurado que su voluntad es no perjudicar al denunciado más allá del procedimiento penal iniciado.
Como medidas cautelares, el juzgado ha impuesto al agresor una orden de alejamiento de 300 metros al director o al centro educativo y además no puede mantener ningún tipo de comunicación con la víctima.
Los hechos ocurrieron este miércoles, cuando a las 13.40 horas los servicios de Protección de Menores acudieron al centro a recoger a unos niños y, a continuación, fueron al domicilio familiar a recoger a otra hija menor que no estaba escolarizada.
Cuando el padre de los menores se enteró de lo sucedido, acudió al centro a «pedir explicaciones», pero Ballesteros ha lamentado que «en el colegio no había nadie, no estaba la policía» a pesar de que el centro lo había solicitado porque son «momentos muy tensos y son muy complicados».
Ante la visita del padre, «el director tuvo que salir para intentar darle explicaciones» y ante el requerimiento del padre de que el director le dijera dónde estaban sus hijos y la negativa del director «porque no lo conocía», el progenitor de los menores «sin mediar palabra, le pegó un puñetazo en la cara y le amenazó de muerte», tras lo cual el responsable del colegio tuvo que acudir a urgencias e interpuso una denuncia.
Ballesteros ha asegurado que el director del colegio está «dolido y apenado», pues ha defendido que el agredido estaba centrado en «trabajar, trabajar y trabajar y no esperaba tener un percance así», y ha añadido que también tiene miedo de las consecuencias que puedan ocurrir hasta que se celebre el juicio, porque el agresor ha quedado en libertad.
«Hasta que se celebre el juicio, el miedo no se lo quita nadie», ha aseverado el representante de STE, que ha añadido que la víctima de la agresión está de baja.
Asimismo, Ballesteros ha advertido de que la «desafección por parte de la sociedad» hacia la educación «es considerable» y ha reclamado analizar por qué está ocurriendo y que las administraciones hagan «un esfuerzo» para cambiar esta tendencia, pues ha reflexionado que los docentes necesitan «la confianza de la sociedad» para poder hacer su trabajo.
También ha agradecido el «apoyo total» que la comunidad educativa ha brindado en la concentración celebrada este jueves a las puertas del centro educativo y ha confiado en que el mensaje de respeto y consideración hacia la labor docente «empiece a calar» entre la sociedad.