Una impresionante finca de caza y recreo ha salido a la venta en la provincia de Ciudad Real, muy próxima a un embalse y con una superficie total de 972 hectáreas. Se trata de una propiedad única, tanto por su tamaño como por sus múltiples usos y atractivos, que combina la actividad cinegética con la explotación agrícola, residencial y turística.
La finca cuenta con un coto de caza de 1.045 hectáreas, al integrar su superficie propia más terrenos arrendados. En cuanto a caza menor, en ella pueden encontrarse especies como la perdiz silvestre —que se caza “en mano y mediante reclamo”—, la paloma torcaz, el conejo, la liebre, la tórtola y los patos. En lo referente a caza mayor, la propiedad alberga ciervos y jabalíes “de máxima calidad”, gracias a la diversidad paisajística del entorno.
Uno de los grandes atractivos de esta finca es su ubicación privilegiada junto a un embalse, lo que permite disfrutar tanto de hermosas vistas como de actividades acuáticas. Además, está completamente equipada para la vida en el campo: dispone de una vivienda principal de más de 500 metros cuadrados, con cinco dormitorios y cuatro baños, rodeada de jardín. También incluye una casa de invitados con dos dormitorios y un baño.
Como parte de un ambicioso proyecto de diversificación, una tercera edificación está siendo reconvertida en un hotel rural con siete habitaciones, seis baños, jardín con árboles frutales y su propia capilla, lo que añade un notable potencial turístico a la propiedad.
En el ámbito agrícola, la finca dispone de 30 hectáreas de olivar en regadío con 6.000 árboles de la variedad arbequina, cuyo aceite es elaborado en una almazara cercana. Además, hay 390 hectáreas de tierras de labor de secano de primera calidad y otras 47 de regadío, con derechos de riego reconocidos y un volumen anual autorizado de 85.560 m³.
La finca cuenta también con infraestructuras agrarias como dos naves de aperos y maquinaria de 700 metros cuadrados, así como tractores y equipos necesarios para el mantenimiento de la explotación. En el aspecto económico, destaca que la propiedad genera derechos de pago básico y pago verde por un valor anual de 45.000 euros.
Desde el entorno de la comercialización de esta propiedad subrayan que se trata de “una de las fincas de caza más bonitas de España, un lugar precioso para vivir”, que reúne todo lo que “cualquier cazador y amante de la naturaleza puede desear”.
Esta oferta supone una oportunidad excepcional tanto para quienes buscan una inversión rentable como para aquellos interesados en una vida tranquila, rodeada de naturaleza, y con amplias posibilidades de desarrollo rural y turístico.