A las once de la mañana de este miércoles personal sanitario y facultativo del Hospital Virgen de Altagracia de Manzanares y de centros sanitarios de la zona se han concentrado en la puerta principal del centro sanitario durante diez minutos para condenar las últimas agresiones sufridas en las últimas semanas. Una de ella a un compañero el pasado 21 de septiembre, donde el facultativo de medicina interna sufrió agresiones verbales y físicas.
El incidente, ocurrido durante la atención a una paciente ingresada en la planta de medicina interna, incluyó insultos, amenazas de muerte y contacto físico intimidatorio hacia facultativos y enfermeros, según ha detallado el sindicato. Los facultativos solo piden trabajar en un ambiente de respeto por parte de los pacientes y sus familiares, tal y como ha puesto de manifiesto, la delegada del CESM-CLM, Úrsula López.
Las otras tres agresiones que se han condenado ha sido la sufrida a una inspectora médica en Guadalajara, a un médico de familia en Ciudad Real y a otro médico de familia en un centro de salud de Poblete.
Por su parte, Óscar Quintana, secretario general de CESM-CELM ha informado a los medios de comunicación que la protesta busca “condenar la normalización de la violencia” en el ámbito sanitario y exige al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) implementar medidas urgentes. Entre ellas destacan aumentar la presencia de seguridad en centros, ofrecer apoyo psicológico a las víctimas y aplicar sanciones ejemplares a los agresores. El sindicato también reclama que el SESCAM “se persone como acusación particular” en todos los casos judiciales por agresiones. También ha indicado que quiere que el SESCAM se persone como acusación particular en cualquier caso de violencia o agresión a personal facultativo y sanitario.
Una concentración que finalizaba con un aplauso por todos los asistentes.






