En la segunda jornada de la Feria Nacional del Vino (FENAVIN), el presidente de la Diputación de Ciudad Real y de la feria, Miguel Ángel Valverde, ha destacado el papel fundamental de los nuevos Embajadores del Vino, investidos en un emotivo acto celebrado en el salón de actos del recinto ferial IFEDI.
«Estos embajadores también serán prescriptores de una tierra que los hace suyos», señaló Valverde, quien valoró la implicación de figuras reconocidas del humor, la comunicación, la música, la enología y la empresa en la difusión del vino como parte de la identidad cultural de Castilla-La Mancha y de Ciudad Real.
El vino como vehículo de cultura y emoción
Los nuevos integrantes del Cuerpo Diplomático de los Embajadores del Vino de FENAVIN son el humorista Carlos Latre; los periodistas María Rey, Josep Pedrerol, Tomás Roncero, David Felipe Arranz y Víctor García (director general de Unicorn Content); la enóloga y bodeguera Meritxell Juvé; la cantante Rebeca Jiménez y el ejecutivo Sergio Oslé.
Durante su intervención, Valverde subrayó que el vino «no solo es un producto, sino una manifestación cultural» que representa «la socialización, el disfrute de la vida y el acompañamiento tanto en momentos felices como difíciles». Añadió que estos nuevos embajadores «van a ser portavoces de esa riqueza cultural que define a nuestra tierra».
Apoyando esta visión, el presidente del Colegio de Médicos de Ciudad Real, Manuel Rayo, también investido como embajador, destacó que “el vino, consumido con moderación, puede incluso beneficiar la salud”. Por su parte, Meritxell Juvé afirmó: “El vino forma parte de nosotros mismos y representa nuestra forma de vivir”.
Un acto emotivo y cercano
La ceremonia fue conducida por los comunicadores Olga Viza y Manuel Villanueva, y contó con la participación de autoridades y representantes de FENAVIN. Cada embajador recibió su carta credencial, el tradicional delantal y el tastevín, símbolos de su compromiso con la promoción del vino.
Uno de los momentos más celebrados fue la conversación informal entre los presentadores y los recién nombrados embajadores, quienes compartieron anécdotas personales y reflexiones sobre su relación con el vino.
Rebeca Jiménez reveló su costumbre de acompañar la música con una copa de vino: “A la hora de componer o escuchar un disco, suelo abrir una botella, es parte del ritual”. Carlos Latre reivindicó el orgullo de la tierra: “Estamos en La Mancha, el mayor viñedo del mundo, y deberíamos estar orgullosos de lo que somos”.
María Rey destacó el valor emocional del vino: “Detrás de cada botella hay una historia que compartir, una tradición que transmitir”. En la misma línea, Juvé insistió en que “somos un país de vino, pero a veces no nos lo creemos lo suficiente”.
Josep Pedrerol se mostró partidario de brindar con vinos amaderados, aunque reconoció que le gusta “probar y compartir”. Por su parte, Víctor García mostró su predilección por los vinos de la D.O.P. Cebreros y comparó el vino con la vida.
Desde el País Vasco, Sergio Oslé puso en valor “el hábito de compartir bebidas en momentos tanto alegres como tristes, que es lo bonito del vino”. Tomás Roncero, en tono distendido, recordó una botella de Viña Tondonia con redecilla y destacó: “El vino acompaña en los momentos felices, y hay que brindar mirando a los ojos”. Finalmente, David Felipe Arranz rememoró su vinculación personal con los vinos de la Ribera del Duero y defendió “una cultura del vino bien enseñada”.
Una feria que sigue creciendo
Valverde aprovechó el acto para hacer balance de esta nueva edición de FENAVIN, asegurando que “la feria está funcionando muy bien y la organización está muy satisfecha”. Subrayó además que iniciativas como esta, coordinadas por el área que dirige la vicepresidenta primera María Jesús Pelayo, ayudan a proyectar la imagen de la provincia “a través del Sabor Quijote y del embajador universal que es el Quijote”.
La ceremonia concluyó con una actuación especial de Carlos Latre, que adaptó su espectáculo a FENAVIN y arrancó risas y aplausos antes de la tradicional fotografía de familia.