Con la llegada del Corpus Christi, Castilla-La Mancha se transforma. Calles engalanadas, alfombras de serrín, danzas rituales y costumbres centenarias dan vida a una de las festividades más representativas del calendario regional.
Este miércoles, 19 de junio, festivo en toda la comunidad autónoma, se celebrará el Corpus con especial intensidad en siete municipios donde la devoción se mantiene intacta y la tradición se convierte en arte efímero y expresión popular.
Toledo: solemnidad y esplendor internacional
La capital regional, Toledo, acoge la celebración más conocida y multitudinaria. Declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional, su procesión, presidida por la Custodia de Enrique de Arfe, es uno de los momentos más solemnes del año.
Toldos, tapices históricos y más de 40.000 flores adornan las calles por donde discurre el Santísimo. La ciudad entera se vuelca en una semana de actos culturales, religiosos y patrimoniales.
Camuñas: la danza contra el mal
En la provincia de Toledo, Camuñas revive una tradición única que le ha valido la declaración de Bien de Interés Cultural y Fiesta de Interés Turístico Nacional. La procesión está acompañada por la ancestral lucha entre “Pecados” y “Danzantes”, personajes que representan la lucha entre el bien y el mal.
Con máscaras, pólvora y movimientos coreografiados, se ofrece un espectáculo ritual que sobrecoge por su fuerza simbólica.
Lagartera: arte textil en las calles
También en Toledo, el municipio de Lagartera celebra el Corpus Christi como Fiesta de Interés Turístico Regional. Sus calles se llenan de altares adornados con colchas bordadas a mano, muchas de ellas centenarias, colocadas en puertas y balcones.
Cada casa se convierte en un altar y las vecinas artesanas también lucen los tradicionales trajes lagarteranos. El olor a hinojo, hierbabuena y albahaca impregna el ambiente.
Elche de la Sierra: las alfombras que desaparecen
En Albacete, Elche de la Sierra es uno de los referentes más singulares. Su Corpus está declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional gracias a sus espectaculares alfombras de serrín.
Durante la noche anterior, vecinos y asociaciones trabajan sin descanso para crear coloridos mosaicos sobre el suelo, que serán pisados por la procesión al amanecer. Una expresión artística efímera que cada año asombra a visitantes y lugareños.
Hellín: arte y comunidad
También en Albacete, Hellín vive el Corpus Christi con intensidad desde que en 2009 fue declarado Fiesta de Interés Turístico Regional. Las calles se cubren con alfombras de serrín y sal, y se levantan altares decorados por vecinos y cofradías.
Los niños de Primera Comunión acompañan al Santísimo sobre estas obras que reflejan el esfuerzo colectivo de toda una comunidad.
Porzuna: música, danza y fe
En Ciudad Real, Porzuna destaca por la implicación de su gente y la riqueza de sus rituales. Declarada Fiesta de Interés Turístico Regional y Bien de Interés Cultural, aquí el Corpus incluye danzantes que abren paso al Santísimo bailando al son de la rondalla.
La Danza del Cordón y el tradicional canto de los “Buenos Días” forman parte de un programa donde fe, música y tradición se funden.
Villanueva de la Fuente: comunidad y alfombras
El séptimo municipio destacado es Villanueva de la Fuente, también en Ciudad Real, donde el Corpus Christi se celebra con extensas alfombras de serrín realizadas por toda la comunidad.
Su declaración como Fiesta de Interés Turístico Regional subraya la importancia de esta festividad, que convierte las calles en un mosaico multicolor de fe y trabajo conjunto.
Estos siete municipios representan el alma del Corpus Christi en Castilla-La Mancha, una festividad que, más allá de su significado religioso, refleja la identidad cultural de una región que mantiene viva su historia a través de las tradiciones populares.
