El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha vuelto a cargar este lunes contra el reparto del impuesto sobre la banca entre las comunidades autónomas. «Es lo más parecido a lo que se le hubiera ocurrido a Trump tan citado últimamente».
«Sin duda ninguna es un reparto muy ‘trumpista’. También tramposo, porque se hizo en el último momento y sin contar con ningún aval jurídico de ningún organismo jurídico del país, lo cual ya pone muy de manifiesto a qué estamos jugando», ha advertido el presidente castellanomanchego desde la localidad de Torija (Guadalajara).
García-Page ha confirmado que los servicios jurídicos de la Junta consideran «favorable» el presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional para que el reparto del impuesto sobre la banca entre las comunidades autónomas no se haga en función de su PIB.
Además, ha explicado que el Gobierno de Castilla-La Mancha está esperando el informe del Consejo Consultivo regional para que este dé su visto bueno a presentar o no dicho recurso de inconstitucionalidad.
«Nadie podrá dudar que por encima de los partidos, también del mío, está la defensa de los intereses y de los valores constitucionales», ha argumentado el presidente socialista, quien ha recordado que la Constitución establece unos objetivos.
Opina que «no vale la política a cualquier precio, ni el poder a cualquier precio, sino que hay que estar orientado lo más posible a los valores y a los principios que nos sostienen». «Si uno despega los pies del suelo, lo más normal es que termine cayéndose», ha avisado. De manera, ha manifestado Emiliano García-Page, «no todo vale».
Durante su alocución, y respecto al impuesto a la banca entre las comunidades, García-Page ha asegurado que le «parece razonable que paguen más los que más tienen», pero «lo que es muy dramático» es que «se pueda defender como un valor de izquierda o de progreso, que ese dinero que se obtiene de los que más tienen no revierta en los que menos. Sino que vaya directamente a los que más tienen».
«Esto que lo adopte un gobierno precisamente que se dice progresista, me duele en el alma y creo que contraviene con mucha claridad el planteamiento democrático y social que establece la Constitución Española», ha explicado el presidente regional.
Una decisión que no se comenta en medio del tanto «batiburrillo» y medio de «tanta espiral de noticias, la mayoría muy negativas», ha lamentado García-Page, quien cree que esta norma establece «un antecedente peligrosísimo y absolutamente disolvente para la unidad de España».
Según ha resaltado, «no se pueden poner impuestos por castigar a nadie, ni se pueden poner impuestos solamente por venganza o por darse el gusto, ni siquiera ideológicos, sino que la financiación y la fiscalidad está al servicio del mantenimiento de los servicios públicos, de las infraestructuras, es decir, para eso evidentemente tenemos que dejar dinero en nuestros bolsillos».