El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha hecho alusión este lunes a la crisis humanitaria en Gaza, asegurando que «sobrepasa los límites» y se enmarca en la «vergüenza de la condición humana», una vergüenza que hace extensiva «a la reacción de muchas instituciones y países».
Desde un acto en la localidad conquense de Mira, ha dicho, por contra, que España «está respondiendo y dando la cara», lo cual agradece «mucho».
«Da igual si son musulmanes, cristianos o judíos. Son seres humanos», ha dicho, asegurando que, como ocurrió en la catástrofe de la dana que pasó por la localidad en la que se encontraba, en las emergencias no se pregunta a qué Dios cree cada uno. «Aquí a todo el mundo se le atendió».
Algo que es posible gracias a la «ética» de los profesionales médicos, que «tienen obligación moral, por lo que aprenden y por lo que juran, para intentar curar incluso a quien le ha intentado asesinar 24 horas antes».
