El presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, ha denunciado este jueves en el pleno de las Cortes regionales la “negligente gestión” del Gobierno de Emiliano García-Page durante el incendio del Pico del Lobo, que el pasado mes devastó más de 3.000 hectáreas en la Sierra Norte de Guadalajara y obligó al desalojo de varios municipios, entre ellos Peñalba de la Sierra y Cabida.
Núñez calificó lo ocurrido como “una profunda herida en una provincia que ya conoce demasiado bien el dolor del fuego” y responsabilizó directamente a la Junta de la magnitud del desastre. “No fue la sequía ni el viento; fue la negligencia política”, aseguró, al recordar que el Ejecutivo regional “desactivó los dispositivos de extinción apenas ocho días antes del incendio”.
“Una decisión política, no técnica”
Según explicó el líder popular, “el 12 de septiembre, el Gobierno de Page redujo al 26% los operativos contra incendios, dejando inactivos retenes esenciales en municipios como Mazarete, Taravilla o Cifuentes”. A su juicio, “fue una decisión política, no técnica, y sus consecuencias fueron devastadoras”.
Durante su intervención, Núñez también denunció el caos y la falta de coordinación en las primeras horas del incendio, “cuando pasaron más de seis horas hasta la llegada de los primeros medios terrestres”.
“Héroes mal pagados”
El presidente del PP-CLM lamentó la situación de los bomberos forestales y técnicos del Infocam, a quienes definió como “héroes mal pagados, con ropa caducada y jornadas de más de 24 horas”.
“Mientras ellos se jugaban la vida en el fuego, la consejera los insultaba desde su despacho”, denunció.
Reproches a la gestión socialista
Núñez afirmó que la falta de previsión y la descoordinación “no son un hecho aislado, sino un patrón que se repite en cada emergencia bajo los gobiernos socialistas”, recordando los precedentes del incendio de Guadalajara en 2005 o la DANA que afectó a la región en 2023.
El líder de la oposición exigió a García-Page que asuma su responsabilidad política y dé explicaciones por la desactivación de medios “en pleno riesgo extremo de incendios”, además de reclamar ayudas urgentes para los afectados.
“No se puede hablar de éxito operativo cuando hay pueblos arrasados, ganaderos arruinados y familias que lo han perdido todo. El fuego se apagó, pero sigue ardiendo en la conciencia de esta región”, concluyó Núñez.



