El sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III ha atribuido a las olas de calor 1.180 fallecimientos en el periodo comprendido entre el 16 de mayo y el 13 de julio de 2025, de ellos 75 en Castilla-La Mancha.
Estas son algunas de las conclusiones más destacadas de la reunión que han mantenido los representantes del Observatorio de Salud y Cambio Climático (OSCC) para analizar la evolución de las temperaturas extremas y su impacto en la salud de la población durante las últimas semanas.
En el encuentro, según informa Sanidad, se han compartido datos procedentes de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), del Instituto de Salud Carlos III, a través del sistema MoMo y del Ministerio correspondientes a ese periodo.
Suben un 1.300 por ciento los fallecimientos por olas de calor
La cifra de 1.180 fallecimientos representa un aumento de más del 1.300 por ciento respecto al mismo periodo de 2024, según los datos analizados en los que se advierte además de que en la primera semana de este mes las muertes por calor se incrementaron un 47 por ciento respecto al global de junio, lo que revela una tendencia ascendente.
El perfil de los fallecidos responde en el 95,08 por ciento de los casos a personas mayores de 65 años, y de ellas el 59,24 por ciento mujeres, algo que responde a la mayor presencia de mujeres en las edades más avanzadas y a los factores fisiológicos que inciden en una mayor vulnerabilidad a los efectos del calor.
Las comunidades autónomas más afectadas han sido Galicia, La Rioja, Asturias y Cantabria, unas zonas que generalmente han experimentado veranos de temperaturas moderadas y que presentan actualmente un incremento notable en la vulnerabilidad climática.
En el caso de Castilla-La Mancha, el sistema atribuye al calor 75 muertes en ese mismo periodo comprendido entre el 16 de mayo y el 13 de julio de 2025.
Esta circunstancia, según Sanidad, podría estar relacionado con una menor adaptación estructural y social frente a estos episodios de calor extremo.
Desde la activación del plan, las comunidades autónomas han notificado diez fallecimientos atribuibles a golpes de calor. Cinco de los casos corresponden a personas mayores de 65 años, cuatro se sitúan en el rango de edad entre los 52 y los 62 años, y uno del que se desconocen los datos.
Un episodio de «intensidad excepcional»
Los datos constatan, según Sanidad, un «episodio térmico de intensidad excepcional» con un aumento «sin precedentes en las temperaturas medias y un incremento notable de la mortalidad atribuible a las olas de calor».
Según los registros de la Aemet, en junio la temperatura media mensual ha sido de 23,6 grados, con lo que supera en 0,8 grados el anterior máximo histórico registrado en junio de 2017, pero además esta cifra también excede en 3,5 grados la media del periodo climático 1991-2020.
Y las previsiones meteorológicas apuntan a que el mes de julio continuará con temperaturas por encima de la media histórica en todo el territorio nacional, con una probabilidad estimada superior al 70 por ciento.
Este cambio sustancial en las condiciones climáticas de este verano se constata en los 76 niveles de riesgo rojo por calor extremo que se han registrado en distintas zonas del país, cuando el año pasado en el mismo intervalo no se activó ninguno.