Unión de Castilla-La Mancha ha mostrado su indignación porque, a pesar de las prohibiciones de trabajar que han sufrido los agricultores durante determinados horarios de todo el verano o en jornadas completas, como los pasados 18 y 19 de agosto, las cuotas a la Seguridad Social se han tenido que abonar en su totalidad.
“Si se nos ha prohibido o restringido el derecho constitucional al trabajo, algo de por sí grave, qué menos que minorar dichas cuotas de forma proporcional”, ha manifestado la organización. En este sentido, ha subrayado que ni autónomos ni asalariados “deben cotizar por un tiempo en el que no pudieron trabajar, no por circunstancias climáticas o de la producción, sino por una arbitraria imposición legal”.
La Unión ha advertido de que estas restricciones han provocado pérdidas económicas al impedir realizar labores en el momento oportuno. Según ha señalado, el aplazamiento de tareas como la siega, los tratamientos o las labores culturales ha derivado en que “pedriscos, incendios, descabezado del cereal o plagas reduzcan los frutos del trabajo”.
Asimismo, ha criticado que el sector agrícola, siendo “la primera barrera frente al fuego”, haya sido el que ha sufrido una “sensible pérdida económica” a causa de estas medidas restrictivas.
Como ejemplo, la organización ha comparado la situación con la devolución del importe de un billete de tren cuando el trayecto se cancela: “Del mismo modo que a la persona que tenía un billete de tren y se le ha suprimido el trayecto se le devuelve el importe del billete, entendemos que se devuelvan los seguros sociales al agricultor”.
Por todo ello, Unión de Castilla-La Mancha ha exigido a la Seguridad Social la devolución de las cuotas correspondientes a los periodos en los que no se ha podido trabajar y ha pedido además a la Consejería de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha la compensación por la pérdida patrimonial ocasionada al impedir desarrollar las labores “en el momento agronómicamente indicado”.