El castillo de Chinchilla de Montearagón, situado sobre un cerro que domina la llanura manchega, es una de las construcciones defensivas más imponentes y representativas de la provincia de Albacete. Su origen se remonta al periodo islámico, aunque su estructura actual fue erigida en el siglo XV por orden de Juan Pacheco, marqués de Villena, como parte de una red de fortificaciones destinadas a controlar el territorio y asegurar el poder señorial en la zona.
Durante la Edad Media, Chinchilla llegó a ser una ciudad de gran relevancia, rivalizando incluso con Albacete. El castillo fue pieza clave en esa época, tanto por su valor estratégico como por su función militar. A lo largo de los siglos, la fortaleza fue utilizada como bastión defensivo, prisión e incluso refugio en tiempos de conflicto.
Una de sus características más singulares es el profundo foso excavado directamente en la roca, que impresiona por su tamaño y por no tener agua, al contrario de lo habitual en otros castillos. Su estructura irregular, adaptada al terreno, y su sistema de defensa en recodo, hacen del conjunto una obra de ingeniería militar notable. Desde sus alturas, se obtienen vistas panorámicas de toda la comarca, lo que refuerza su valor estratégico histórico.



Visitas guiadas: una experiencia para conocer la historia desde dentro
El castillo de Chinchilla solo puede visitarse mediante una visita guiada, organizada por el Ayuntamiento, que no solo permite el acceso a la fortaleza, sino que incluye un recorrido completo por los principales hitos históricos y patrimoniales de la ciudad. El precio de la actividad es de 12 euros por persona y está dirigida a grupos de entre 4 y 20 personas, con una duración aproximada de 2 horas y 30 minutos.
El itinerario comienza en el Claustro Mudéjar del antiguo Convento de Santo Domingo, del siglo XIII, donde se encuentra el actual Centro de Interpretación Turístico. A continuación, el grupo se desplaza para conocer las antiguas puertas de acceso a la ciudad, como la Puerta Herrada o de las Torres y la Puerta de Diablos y Tiradores, explicando su valor histórico y arquitectónico.
Otro de los puntos destacados del recorrido son las Cuevas del Agujero, excavaciones subterráneas que los visitantes pueden explorar para comprender mejor la adaptación de la población al terreno. Desde allí, el paseo continúa por la antigua ciudad musulmana hasta llegar a la Plaza de la Mancha, centro neurálgico de la localidad, donde se ofrece información detallada sobre edificios emblemáticos como el Ayuntamiento y la Iglesia de Santa María del Salvador.
La visita concluye con el acceso al castillo de Juan Pacheco, permitiendo conocer de cerca su foso, murallas, torres y el sistema defensivo que lo convirtió en una de las fortalezas más importantes del sur peninsular.


Horarios y días de visita
Durante primavera y verano (del 15 de junio al 31 de agosto), las visitas se realizan a las 9:30 y 19:00 horas. En otoño e invierno (del 1 de septiembre al 14 de junio), los horarios disponibles son a las 11:00 y 16:30 horas.
El castillo permanece cerrado los domingos por la tarde y los lunes, salvo en festivos o vísperas de festivo, así como los días 24, 25 y 31 de diciembre y el 1 y 6 de enero.
Con su combinación de historia, patrimonio y vistas inigualables, el castillo de Chinchilla de Montearagón se presenta como una visita obligada para quienes deseen conocer en profundidad el legado medieval de Castilla-La Mancha.