Con un tiempo extraordinario, ayer en Albacete se celebró una nueva edición de Albasonora, en la Caseta de los Jardinillos. Un público entregado —con ganas de pasarlo bien— disfrutó desde primera hora de la tarde de este coqueto festival, en un espacio que, a nuestro juicio, es perfecto para conciertos: cómodo, sin excesivos agobios y con ambiente de buen rollo. Entre los asistentes reinaban las ganas de cantar con Vuelo Fidji, Iván Ferreiro, Ultraligera y Dorian, además de disfrutar de DJs entre conciertos que mantuvieron la fiesta en marcha.
Iván Ferreiro
El gallego Iván Ferreiro, apuesta de calidad para cualquier festival, acompañado por un reparto musical de primer nivel, deleitó al público con canciones de su álbum Trinchera Pop junto a alguna joya más antigua de su etapa en Los Piratas. Precisamente, en 2026 lanzará la gira “Hoy por Ayer”, para repasar lo mejor de todos sus años de carrera.




Ultraligera
Con la noche ya avanzada en Albacete, probablemente el show que más expectación generó fue el de Ultraligera: muchas camisetas del grupo, emoción en las primeras filas… Con solo un disco publicado (Pelo de Foca), apuntan a ser uno de los grupos alternativos de más tirón en los festivales nacionales. La semana anterior habían llenado cinco veces la sala madrileña La Rivera, donde agotaron en horas. Los madrileños mezclan rock potente y post-punk, guitarras afiladas, letras introspectivas elegantes y un frontman (Gisme) capaz de ganarse al público desde el primer compás. Apostamos a que pronto estarán al mismo nivel que bandas como Viva Suecia o Arde Bógota, que llenan grandes recintos en minutos.















Dorian
Para cerrar la música en directo actuaron Dorian, que con el concierto de ayer terminaban su gira en España en 2025 antes de cruzar el charco para seguir presentando Materia Oscura. Los barceloneses, ya todo un clásico del indie-pop nacional, siguen haciendo música con sello propio: estructuras bien definidas, influencias electrónicas, himnos que el público canta de memoria… Todo ello los convierte en “ese grupo que sabes que si sube al cartel, no hay error”.




Siempre es un “placer de esos” disfrutar de música en directo. A veces en macrorecintos gigantes, sí. Pero eventos como el de ayer —un solo día, con público acotado en un recinto manejable— también se agradecen un montón: menos estrés, buenas visuales, sensación de cercanía… no hace falta estar lejos de las bandas, ni depender únicamente de pantallas gigantes.
Así que desde aquí: larga vida a Albasonora y a festivales similares. Ya estamos con ganas de conocer cartel y fechas de 2026.