Castilla-La Mancha es una región que atesora paisajes y localidades llenas de encanto. A pesar de ser conocida por su vasta extensión de tierras llanas y molinos de viento, esta comunidad autónoma ofrece mucho más: castillos que se alzan majestuosos, plazas que respiran historia y paisajes que invitan a perderse entre montañas y ríos. Estos son los 8 pueblos que National Geographic ha destacado como los más bellos de la región, y te aseguramos que, después de conocerlos, estarás deseando hacer las maletas.
1. Sigüenza (Guadalajara)
Este pueblo medieval encabeza la lista, y no es para menos. Sigüenza es un lugar donde el tiempo parece haberse detenido. Dominada por su imponente castillo, convertido en Parador, y la majestuosa Catedral, recorrer sus calles es un viaje al pasado. Su Plaza Mayor, con sus arcos porticados, es el corazón de la ciudad y un lugar ideal para descansar tras pasear por sus callejones adoquinados. No te pierdas el Doncel, la famosa escultura funeraria, y los restos de su imponente muralla. Además, la naturaleza que rodea a la villa, con sus cañones y barrancos, invita a hacer rutas de senderismo.
2. Campo de Criptana (Ciudad Real)
Mencionar este pueblo es sinónimo de hablar de los molinos de viento que inspiraron a Cervantes para crear las aventuras de Don Quijote. Desde lo alto de la Sierra de los Molinos, las vistas sobre el vasto horizonte manchego son simplemente espectaculares. Los molinos de Campo de Criptana, algunos de ellos aún en funcionamiento, se levantan como guardianes silenciosos del pasado, y son el lugar perfecto para fotografiar un atardecer inolvidable. Pasear por su casco histórico te permitirá descubrir callejuelas blancas, casas cueva y la singular plaza del Pozo de Nieve.
3. Ayna (Albacete)
Conocida como «la Suiza manchega», Ayna es un pueblo enclavado entre montañas que sorprende por su entorno natural y por sus impresionantes vistas. El río Mundo serpentea entre las rocas, ofreciendo a los visitantes un paisaje de película. De hecho, aquí se rodó parte de la famosa película Amanece que no es poco, lo que le ha dado una fama cinematográfica. Las rutas de senderismo que parten desde el pueblo son un auténtico deleite para los amantes de la naturaleza, que pueden perderse entre cascadas, cuevas y miradores naturales.
4. Alcalá del Júcar (Albacete)
Este pintoresco pueblo, considerado uno de los más bonitos de España, parece suspendido en el tiempo. Construido en una ladera que desciende hasta el río Júcar, las casas se amontonan escalonadas, creando una imagen idílica que te atrapará desde el primer momento. Su castillo en lo alto y su puente romano, que cruza el río, son dos de los monumentos más destacados. Además, las cuevas de Garadén, excavadas en la roca, ofrecen una visita única que te permitirá descubrir cómo vivían los antiguos pobladores de la zona.
5. Almagro (Ciudad Real)
Este histórico pueblo es famoso por su espectacular Plaza Mayor, una de las más hermosas de España, con sus características galerías acristaladas de color verde. Almagro es también sinónimo de teatro, pues aquí se celebra el famoso Festival Internacional de Teatro Clásico. El Corral de Comedias, único en su género, te transportará a la época dorada del Siglo de Oro español. Al caminar por sus calles empedradas, no solo respirarás cultura, sino que también podrás disfrutar de una excelente gastronomía manchega, con platos como el tiznao o las berenjenas de Almagro.
6. Atienza (Guadalajara)
Este pequeño pueblo, situado en la Sierra Norte de Guadalajara, es un rincón cargado de historia. Su castillo domina todo el horizonte, con su torre vigilando la extensa planicie. Atienza conserva una esencia medieval que se percibe en cada rincón: desde su Plaza del Trigo, rodeada de casas porticadas, hasta sus numerosas iglesias románicas. La ruta del románico que rodea el pueblo te permitirá descubrir joyas arquitectónicas como la ermita de Santa Coloma de Albendiego y la iglesia de San Bartolomé. Todo esto envuelto en un ambiente de montaña que invita a la contemplación.
7. Valverde de los Arroyos (Guadalajara)
Enclavado en plena Sierra de Ayllón, este pueblo de arquitectura negra, típica de la zona, es una auténtica joya. Las casas, construidas con pizarra oscura, se funden con el paisaje montañoso, creando una estampa singular. Valverde de los Arroyos es el punto de partida ideal para explorar el Ocejón, uno de los picos más altos de la sierra, y para descubrir las Chorreras de Despeñalagua, una espectacular cascada que impresiona en cualquier época del año. Aquí, la tranquilidad y el contacto con la naturaleza son los grandes protagonistas.
8. Alarcón (Cuenca)
Este pequeño pueblo, rodeado por un meandro del río Júcar, parece sacado de un cuento. Su impresionante castillo, hoy convertido en Parador, y las murallas que rodean el casco antiguo son los principales atractivos de Alarcón. Pasear por sus calles es revivir el pasado medieval de la villa, con iglesias románicas y edificios que parecen haberse detenido en el tiempo. Además, Alarcón es conocido por albergar una de las obras de arte contemporáneo más importantes de España: las pinturas de Jesús Mateo en la iglesia de San Juan Bautista, declaradas Patrimonio Artístico por la UNESCO.
