El Día Internacional de la Mujer se celebra el 8 de marzo de cada año. Es una jornada dedicada a conmemorar los logros de las mujeres en todos los ámbitos, así como a destacar la lucha continua por la igualdad de género y los derechos de las mujeres en todo el mundo.
La fecha tiene sus raíces en los movimientos obreros y feministas del siglo XX. Fue oficialmente reconocido por las Naciones Unidas en 1977, y desde entonces ha sido un día de reflexión sobre los avances realizados, pero también sobres los desafíos que aún persisten en cuanto a la igualdad de género y la eliminación de la discriminación hacia las mujeres.
Quienes me conocen saben bien que llevo a gala reconocer que soy una mujer alcarreña y emprendedora, pero también rural. Soy de pueblo, y a mucha honra.
Estos tres objetivos, además de mi condición de alcaldesa de un pequeño municipio, en el que veo cada día a prácticamente todos sus habitantes, me hacen ser siempre prudente, hablar de lo que sé, y con la sinceridad por delante.
Es cierto. Aún queda mucho para que seamos iguales, pero creo que en el medio rural, del que yo procedo, las mujeres llevan siglos dando lecciones de pundonor y de esfuerzo. Y, lo mismo que a nuestros agricultores, que con tanta razón se quejan, también es bueno aprender de los ejemplos que encontramos en pequeños pueblos, como Fuentenovilla.
En medio de La Alcarria, no contamos, por desgracia, con todos los servicios con los que deberíamos, algo que aprovecho, una vez más para reivindicar desde esta tribuna. Y me refiero, sin ir más lejos, a la Sanidad, o a las instalaciones de las que gozan nuestros niños y niñas en el colegio público de la localidad.
La igualdad comienza por la educación y, si bien es cierto que llevamos muchos años trabajando en ello, con el esfuerzo de nuestros maestros y maestras, la enseñanza debe contar con los mismos medios en el campo que en la ciudad. De lo contrario no despertaremos vocaciones para las próximas Margarita Salas, María Blasco o Montserrat Calleja. Vaya esto por delante.
En todo caso, y no por estar en medio de La Alcarria, una comarca, en general, afectada por la despoblación, Fuentenovilla es una localidad menos avanzada socialmente.
Quizá tenga que ver que los puestos clave del municipio están ocupados por mujeres. La secretaria interventora y la auxiliar del Ayuntamiento, puestos imprescindibles para el adecuado funcionamiento de la administración local, son dos mujeres, de amplia experiencia en la gestión.
En Fuentenovilla, tenemos una farmacia, que presta servicio a muchas personas. Pues bien, también está gestionada por una mujer. Los tres comercios que hay en mi pueblo están igualmente regentados por féminas y yo, tengo el orgullo de haber sido, y aún seguir siendo, la primera alcaldesa de Fuentenovilla en toda su historia. Además, fundadora de la Asociación de Mujeres de mi pueblo.
Quizá por ello, porque somos las mujeres quienes fijamos población, que el número de habitantes de Fuentenovilla, se ha ido recuperando, desde el año 1999, para estabilizarse en los años 2000 en cerca de 600 habitantes, la misma población, aproximadamente, que tenía antes de comenzar el éxodo rural, en los años 50 del pasado siglo.
Les cuento todo esto porque quiero destacar la forma en la que en nuestro pueblo las mujeres ejercen el liderazgo. Sé que a la búsqueda de la Igualdad de Género le quedan muchos capítulos por vivir, pero también que el final debería parecerse a lo que vivimos cada día en este pequeño pueblo de La Alcarria, un lugar en que las mujeres gestionan el día a día, sin prisa, pero sin pausa, y sin estridencias, sin enfrentamientos, con consenso, sin crear nuevas brechas y cerrando las que hubo. Las mujeres de Fuentenovilla lideran la vida municipal por un mérito y capacidad que es reconocido por todos los habitantes del pueblo, hombres y mujeres. Su prestigio, se lo ganan cada día.
Dicho esto, quiero aludir al segundo ejemplo del que quería hablarles hoy. En unos días, tendré el honor de asistir a la celebración del Día Internacional de la Mujer de otro pequeño pueblo, como es Las Inviernas. Me ha encantado el lema que han elegido para su celebración: “El 8M Es Cosa de Tod@s”. No puedo estar más de acuerdo. La igualdad de género es algo natural que nunca deberíamos llevar al otro extremo.
Desde el Partido Popular trabajamos por la igualdad real entre mujeres y hombres. Queremos construir y consolidar una sociedad en la que se produzcan avances, y por ello llevamos esta misma semana una moción en el Senado por la que instamos al Gobierno a priorizar la lucha por la igualdad real entre mujeres y hombres, la puesta en marcha de planes de conciliación y corresponsabilidad, acortar la brecha salarial aún existente, y la renovación del Pacto de Estado contra la Violencia de Género.
Igualmente, defendemos recuperar el diálogo y el acuerdo que tanto han hecho para avanzar en la igualdad de derechos y oportunidades de la mujer. Defendemos la libertad de las mujeres para decidir la vida que quieren vivir, sin que nadie se erija ni en su portavoz ni en su intérprete; y menos que nadie un Gobierno que las utiliza ignorando sus advertencias.