El inversor juega un papel fundamental en una instalación solar. Este dispositivo está diseñado para transformar la corriente y poder aprovecharla en la instalación eléctrica, de manera que los dispositivos y electrodomésticos conectados a ella no se dañen. Dependiendo del tipo de instalación es necesario un inversor u otro, los expertos explican cuáles son las características de los principales modelos y sus funciones más destacadas.
El inversor solar es un componente crucial en la instalación solar, sea del tipo que sea, ya que convierte la corriente continua (CC) en corriente alterna (CA), que es la que puede ser aprovechada por la mayoría de electrodomésticos y dispositivos en hogares y empresas, aclaran los profesionales del sector. Además, esta corriente también puede ser almacenada en baterías, en el caso de las instalaciones solares aisladas, o ser vertida en la red, en el resto de instalaciones. Si el inversor permite la carga de las baterías, entonces se habla de un inversor-cargador y este, a su vez, puede ser de dos tipos diferentes, en función de cómo realice la carga. Es decir, puede ser un inversor PWM (Pulse-Width Modulation) o de modulación por anchura de pulsos; o un inversor MPPT (Maximum Power Point Tracking) o seguidor del punto de máxima potencia, siendo este último el más moderno ya que mejora la eficiencia al ajustarse de manera constante al punto de máxima frecuencia, aclaran los expertos.
Aparte de ello, las funciones del inversor se complementan con la monitorización. Y es que este componente es clave para poder controlar y revisar la cantidad de energía que se genera, ya que toda ella pasa a través de él, incluso en tiempo real, a través de aplicaciones para móviles o en la página web del fabricante (dependiendo de cada modelo y fabricante).
Los tipos de inversores solares, según la instalación y sus funciones
Los inversores solares pueden clasificarse en varios tipos diferentes dependiendo de la instalación fotovoltaica. En el mercado, pueden diferenciarse tres modelos específicos: los inversores conectados a la red, los inversores aislados y los inversores híbridos. Los primeros de ellos generan una corriente senoidal en fase con la tensión de red, lo que hace que la electricidad alterna transformada sea adecuada tanto para la instalación como para ser vertida en la red en caso de excedentes. Los inversores aislados, por otro lado, están destinados a viviendas y otras instalaciones sin conexión a la red, además pueden gestionar la carga/descarga de las baterías solares, enfatizan desde el sector. Mientras que los inversores híbridos transforman la energía continua en alterna para su aprovechamiento en la instalación eléctrica del hogar, pero además gestionan la carga y descarga de las baterías y pueden inyectar excedentes a la red eléctrica. Es decir, cumplen con las características de los modelos anteriores.
La clasificación puede ampliarse según el funcionamiento de cada panel solar, con independencia de para qué tipo de instalación esté destinado. Según explican los profesionales, los inversores pueden ser —a su vez— del tipo string (cadena) o central. Los inversores string son los más comunes, estos están destinados para instalaciones en hogares y negocios con paneles solares conectados en serie (formando una cadena) y agrupados en ramales, de manera que envían toda la energía a un solo inversor. Describen que en caso de que algún panel falle o disminuya su rendimiento, el inversor varía la producción de forma automática o avisa de un error, lo que facilita su detección en el momento. Los inversores centrales, por otro lado, se utilizan en grandes instalaciones solares comerciales o plantas solares. Son inversores de gran tamaño que gestionan múltiples cadenas de paneles solares. En definitiva, aclaran, la diferencia está en el tamaño de la instalación a la hora de escoger entre ambos tipos de inversores.
Por último, se encuentran los microinversores que son una de las opciones más modernas, especifican los expertos. En este caso, cada panel cuenta con un inversor de reducido tamaño, lo que mejora la eficiencia y la flexibilidad (por ejemplo, pueden realizar la operación desde el propio tejado). En estos inversores el rendimiento de un panel dañado no afecta al resto, ahora bien, son más costosos y complejos de instalar que los de cadena, remarcan.
Cómo elegir el inversor solar para tu instalación fotovoltaica
En el momento de elegir un inversor, aclaran los profesionales, lo primero que hay que tener claro son las características de la instalación para escoger el tipo de inversor que mejor se adapte a ella. A continuación, es fundamental revisar las prestaciones específicas del dispositivo, puesto que existen numerosas marcas en el mercado y no todos los inversores que se fabrican reúnen los mismos requisitos ni la calidad. Aconsejan, entre otras, comprobar la eficiencia —que se expresa en porcentaje y tiene que ver con la cantidad de energía generada en las placas solares que es transformada en electricidad utilizable—. La eficiencia de un modelo de inversor de calidad, en la actualidad, ronda entre el 95% y el 98%, como es el caso de los dispositivos disponibles en el catálogo de Cuenca Solar —donde, además, pueden encontrarse inversores para instalación en red, aislada e híbridos—.
Otro de los aspectos que deben tenerse en cuenta, inciden los profesionales en energía solar, es la compatibilidad. En concreto, la compatibilidad con los paneles solares y las baterías, lo que contempla además la compatibilidad con los diferentes voltajes y tipos de baterías, puesto que no todas las marcas de los diferentes componentes de la instalación ofrecen soluciones que puedan combinarse entre sí. Por último, recomiendan fijarse en algunas prestaciones específicas que resultan muy útiles para asegurar su vida útil, así como el buen funcionamiento. Es el caso de la protección contra la sobrecarga, sobrecalentamiento y cortocircuito de los inversores, pero también de las opciones de monitorización para que cada usuario pueda verificar el rendimiento de su sistema solar en tiempo real desde la pantalla de monitorización o, incluso, desde aplicaciones móviles o plataformas web. Recuerdan que un inversor de calidad cumple con todas estas características, además de adaptarse a la regulación y normativas actuales e, incluso, incluir algunas otras prestaciones adicionales.