La eurodiputada socialista Cristina Maestre ha asegurado que el nuevo comisario de Agricultura y Alimentación de la Comisión Europea, Christophe Hansen, se ha comprometido a dar una respuesta a los agricultores afectados por la dana a través de las ayudas provenientes de la reserva de crisis de la Unión Europea.
En declaraciones al programa A pie de Campo de Castilla-La Mancha Media que dirige Jorge Jaramillo y recogidas este sábado por EFE, Maestre ha afirmado que esta reserva ya ha sido gastada en buena parte pero aún quedan 150 millones de euros.
Una cifra que la eurodiputada,miembro de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural de la delegación española en el Parlamento Europeo, ha reconocido que es «claramente insuficiente» pero que España va a solicitar que sea destinada a los afectados por la dana.
Maestre ha indicado que la Unión Europea trabaja también en una propuesta de reforma de reglamentos para que se pueda reutilizar fondos no empleados en paliar catástrofes naturales, al estilo de lo que se hizo frente a la pandemia del Covid, de manera que se pueda «utilizar lo no gastado, los remanentes».
En este sentido, ha señalado que España «va a rebañar», todo lo que pueda para «coger cuanto más dinero mejor», porque «hace muchísima falta».
Pacto Verde y cambio climático
La eurodiputada ha admitido que «ha habido muchísima demagogia con el Pacto Verde» y que hay cosas que es necesario cambiar, pero ha instado a mantener la ambición climática con la conciencia de que la realidad del cambio climático afecta especialmente al campo.
En este sentido, Maestre ha asegurado que el nuevo comisario europeo de Agricultura, que es un claro defensor del Pacto Verde, coincide con España en la necesidad de ayudar al sector a abordar esa transición, y ha remarcado que nuestro país ha planteado si habrá fondos europeos para ello.
Ha apostado por cambiar los modelos ante la urgencia climática, pero no «vía imposición» sino de la mano del sector, porque «todo lo que se plantee tiene que nacer desde la convicción de que cuando sean medidas drásticas que afecten claramente a la rentabilidad o a la competitividad, ofrezcamos una alternativa».
Ha asumido que eso «ha fallado en esta última legislatura» en la que a su juicio la actitud de la Comisión Europea ha sido «muy impositiva y luego algunas cosas en la implementación han demostrado que eran inconsistentes o que fallaban».
Por ello insiste con la construcción de «un modelo alternativo que sea sostenible y que frene el cambio climático», para poder seguir garantizando la soberanía alimentaria de Europa.