La cantautora albaceteña María Rozalén ha sido nombrada madrina del nuevo proyecto de la Unidad de Paliativos del Hospital Universitario Perpetuo Socorro de Albacete, donde se ha creado una ‘pizarra de las emociones’ para que pacientes, familiares y profesionales puedan expresar sus sentimientos.
«Me pidieron hace un tiempo que amadrinase este proyecto y solo puedo dar las gracias porque yo fui familiar de un paciente. Mi abuela murió aquí, nunca había vivido ese proceso de decir adiós a quien nos da la vida y a quien queremos, entonces estaré eternamente agradecida a las hadas de alas blancas que devolvieron la dignidad a un cuerpo que se marchita», ha señalado la artista.
Rozalén ha sido la encargada de inaugurar el mural, con unos versos que formarán el estribillo de una de las canciones de su próximo disco, el cual «verá la luz muy pronto».
«Cuidar a quien nos dio la vida, mientras marchita la flor, remuevo la tierra herida, de su semilla renazco yo. Cuidar a quien nos dio la vida, ceniza que se hace flor, que tu palabra retumbe por las grietas de mi voz», son las palabras con las que la albaceteña ha querido plasmar lo que vivió acompañando a su familiar en esos últimos momentos.
«He querido dejar esos versos para quien le pueda servir y que esto sea una cadena de cuidarnos unos a otros en los momentos tan difíciles», ha destacado.
YA TRABAJAN PARA CREAR UNA UNIDAD DE PALIATIVOS PEDIÁTRICOS
La inauguración de este mural es previa a la celebración del XXV Aniversario de la Unidad de Medicina Paliativa de Albacete, que durante estas dos décadas y media ha atendido a un total de 13.600 pacientes y que sumará en un futuro una estrategia de paliativo pediátrico, según ha avanzado el director de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete, Alberto Sansón.
«Hoy es el Día Internacional del Cáncer Infantil y quiero adelantar que ya estamos trabajando con una red de expertos de cuidados paliativos y tenemos conformados los cinco grandes equipos de profesionales de paliativos pediátricos. La estrategia ya está a punto de ser implantada para poder dar la atención a los niños los 365 días del año», ha aseverado.
Sansón ha aprovechado para agradecer su trabajo a todos los profesionales y familiares que durante años han cuidado y acompañado a los pacientes. «Tienen mucha calidad asistencial, pero sobre todo, tienen una inmensa calidad humana».
Del mismo lado, la coordinadora de la Unidad de Medicina Paliativa del centro hospitalario, Cristina Nerín, ha remarcado la importancia del programa y el equipo multidisciplinar con el que cuentan, con un total de 10 camas en el hospital, además de dos equipos domiciliarios.
«La mayoría de pacientes que están hoy en el programa los vemos en la consulta externa, si en un momento dado cambia su situación, contamos con el respaldo de los equipos domiciliarios o se ingresan directamente en la planta, recibiendo una atención de mayor calidad», ha explicado.
RESPETAR LOS DESEOS DEL PACIENTE E INTERVENIR LO ANTES POSIBLE
Nerín ha incidido en que lo más importante a la hora de dar los cuidados paliativos es respetar los deseos del paciente. «El patrón de calidad es que el paciente fallezca donde él quiera y cómo el quiera, respetando su decisión hasta el final, siempre que sea posible», ha reiterado. Fundamental también en estos casos intervenir lo antes posible y empezar a aplicar los cuidados paliativos para prevenir y evitar el sufrimiento desde un primer momento, como ha añadido Sansón. «No se trata solo de hablar de muerte digna, aquí hablamos de vida digna hasta el último minuto», ha finalizado.