La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Toledo acoge este miércoles, 20 de diciembre, un juicio contra C.M.R., para el que el Ministerio Público pide 14 años y 9 meses de cárcel por tentativa de asesinato y dos años más por tenencia ilícita de armas, tras disparar a bocajarro a un hombre hasta en seis ocasiones en el recinto ferial de La Peraleda de la capital regional por una riña familiar.
Los hechos se remontan a la relación que el procesado mantuvo con M.H.S., producto de la cual nació un hijo, tras lo que surgieron entre ambos numerosos problemas de pareja que cristalizaron en importantes enfrentamientos entre la familia del acusado y la familia de la madre de su hijo, encabezada por su padre R.H.S.
En este contexto de «elevada conflictividad» entre ambas familias, el 13 de febrero de 2021 tuvo lugar una conversación telefónica entre los padres de la pareja, en la que el padre del procesado –D.M.C.– estaba «intensamente enojado» con el padre de la mujer de su nieto por no permitirle visitar a este y en las que le amenazó de muerte a él y a su familia.
«…Queréis ir a la guerra, no queréis entrar por las buenas, ni por vereda, vamos a cambiar vida por vida, el niño por vosotros, yo no quiero más niño, donde te vea R., o me quitas la vida o te la quito, o alguno de vosotros o tu hijo cae o cae mi hijo, vale?….Hoy o mañana me voy a presentar en Toledo, o me quitas la vida o te la quito, vale, R.?», reza la conversación telefónica que consta en el escrito de acusación.
LOS HECHOS
Apenas medio año después de este incidente, cuando restaban pocos minutos para que fueran las 23.00 horas de la noche del día 20 de agosto de 2021; C.M.R., acompañado de su primo, el también procesado, A.S.R. y un tercer varón que no ha podido ser identificado, se personaron en el recito ferial de La Peraleda de Toledo a sabiendas que la familia de R.H.S. se encontrarían allí disfrutando de las fiestas patronales.
Según el relato del fiscal, los procesados comenzaron a dar varias vueltas por los aparcamientos de La Peraleda buscando insistentemente a algún miembro de la familia de R.H.S. «sobre el que descargar su afán de venganza», hasta que dieron con el hermano de M.H.S. al que encontraron apartado del resto de la familia cuando se aproximaba a su vehículo para recoger un paquete de tabaco olvidado.
Fue en ese preciso instante, apunta la Fiscalía, cuando C.M.R. golpeó el cristal de la ventanilla del copiloto para llamar la atención de la víctima y en el mismo momento en el que el otro procesado -A.S.R.- le entregaba una pistola le dijo: «Vengo a matarte a ti y vengo por mi hijo», tras lo que le asestó un disparo en el brazo.
Fue por ello por lo que J.H.S. trató de cubrirse abandonando herido el vehículo, instante en el que el acusado se acercó y, aprovechando que yacía herido y sin posibilidad de huida alguna, comenzó a dispararle a bocajarro hasta en seis ocasiones mientras J.H.S. se encontraba tendido en el suelo con A.S.R. jaleándole y animándole a que lo matara.
Con todo, sigue el relato del fiscal, el número de disparos vertidos sobre J.H.S., hicieron pensar a C.M.R. que había alcanzado el objetivo de acabar con su vida, lo que motivó, que, acompañado de A.S.R., y de la otra tercera persona no identificada, abandonaran el recinto ferial de Toledo, a bordo de un vehículo.
LOS DAÑOS DE LA VÍCTIMA
Aunque no falleció, cuatro de los disparos realizados por C.M.R., alcanzaron a J.H.S. en zonas vitales tales como la axila o el esternón, quedando malherido, y sangrando abundantemente en el suelo.
El Ministerio Público afirma que dada la «extrema gravedad «de las múltiples heridas de bala, su fatal desenlace solo pudo ser evitado por la «rápida intervención» de los servicios médicos de urgencias que lo estabilizaron en el mismo lugar de los hechos, y lo trasladaron urgentemente al cercano Hospital Virgen de la Salud de Toledo.
Los disparos ejecutados por C.M.R., el cual carece de licencia de armas, fueron de cartuchos del 22 y se realizaron con pistola corta, cuyo modelo no ha podido ser precisado.
Producto de todo lo referido, J.H.S. sufrió lesión medular T6 ASIA, sin preservación motora; trauma grave penetrante de 4 proyectiles en tejido subcutáneo pre-esternal, región axilar izquierda, músculo subescapular derecho, canal vertebral a la altura de T8, sin fracturas vertebrales adyacente; disfunción vésico-uretral neurógena tipo NMS, hiperactividad neurogénica del detrusor, disinergia de esfínter uretral y micción descompensada; intestino neurógeno; disfunción eréctil y eyaculatoria, síndrome espástico y dolor neuropático.
«La suma gravedad de todos estos menoscabos originados requirieron además de una primera asistencia facultativa de estabilización, ingreso en el Hospital Nacional de Parapléjicos, intervenciones quirúrgicas con sedación y analgesia urgente por parte de los servicios de Cirugía General y Cirugía Cardíaca», añade.
Días después también tuvo que ser intervenido quirúrgicamente por parte del servicio de Neurocirugía y por parte del servicio de Radiología Intervencionista, además de tratamiento rehabilitador durante el ingreso en el Hospital Nacional de Parapléjicos consistente en cambios posturales, fisioterapia respiratoria, cinesiterapia, potenciación muscular, marcha terapéutica con bitutores, reeducación de las actividades de la vida diaria en medio adaptado, reeducación intestinal y vesical, prescripción de prótesis y ayudas técnicas.