La Policía Nacional ha recuperado en Barcelona un privilegio rodado del rey Alfonso VIII de más de 800 años de antigüedad que fue sustraído del archivo de la Catedral de Cuenca hace cuarenta años.
El documento, uno de los más antiguos de la Diócesis de Cuenca, es un pergamino de 499×390 milímetros con sello de plomo del año 1195, y que se ofrecía a la venta desde un despacho de abogados de Barcelona.
En una rueda de prensa en el archivo de la Catedral de Cuenca, la Policía Nacional y el Obispado conquense han celebrado este miércoles la operación, denominada «Alfonsusrex», que ha permitido la recuperación de este documento del siglo XII, que no obstante presenta un «gran estado de conservación», aunque con algunas marcas de luz.
La investigación comenzó el pasado mes de mayo, después de que una historiadora de Valencia alertara de que le habían ofrecido el documento tras participar en un congreso en la ciudad condal, lo que motivó la denuncia del deán de la Catedral ante la Comisaría de la Policía Nacional de Cuenca, que emprendió las averiguaciones junto a la Brigada de Patrimonio Histórico y a la Jefatura Superior de Cataluña.
Este privilegio rodado, de 828 años de antigüedad, se ofrecía por 25.000 euros fuera de los canales de venta habituales de arte, dado que estaba incluido en una lista de documentos robados de Interpol, según ha detallado el jefe de la Brigada de Policía Judicial de Cuenca, Francisco Sánchez.
Su desaparición fue denunciada en marzo de 1980 junto a casi un centenar de documentos más, algunos de ellos recuperados en las últimas décadas, como un gran número de libros de la Biblioteca del Seminario, algunos incunables.
No obstante, la pista se perdió en 1989, cuando se hallaron indicios de que se encontraba en Bogotá (Colombia), ha precisado Sánchez.
Por su parte, el técnico responsable del archivo catedralicio Ángel Martínez Catalán ha precisado que el contenido del documento recuperado se refiere a la donación de los diezmos del rey Alfonso VIII a la Catedral de Cuenca, con todas las firmas de los obispos de Castilla.
Incluye un sello rodado dentro del documento y otro de plomo colgante, con la imagen del rey a caballo.
También ha precisado que ahora se digitalizará con los medios correspondientes, aunque existe una copia simple del siglo XVIII.
«No podía estudiarse por paleógrafos porque no estaba aquí el documento», ha señalado Martínez Catalán, quien ha celebrado además que ahora también la sigilografía pueda conocer los detalles de los sellos.
Tanto la Policía Nacional de Cuenca y como el Obispado han destacado la implicación de la Fiscalía y el Juzgado de Cuenca en esta recuperación, que autorizó en un mandamiento judicial el registro en el despacho en Barcelona para recuperar el documento.
En este sentido, la Policía Nacional ha desvelado que dos personas están siendo investigadas como presuntos autores de un delito de receptación y conductas afines.
Por todo ello, el comisario jefe de la Policía Nacional de Cuenca, José Luís Serrano, ha destacado la importancia de la operación por su «gran valor histórico», mientras que el obispo de Cuenca, José María Yanguas, ha resaltado que se ha recuperado «parte de la historia de España».
En la rueda de prensa en la que se ha presentado el documento también ha participado el inspector Miguel Ángel Espada, el deán de la Catedral, José Antonio Fernández y el padre de Francisco Sánchez, también agente, quien en los años 80 se encargó de las primeras investigaciones.
El documento ya se custodia en la sección institucional del archivo de Catedral de Cuenca (que alberga veinticinco documentos más antiguos que el recuperado), y está a disposición de la comunidad científica.