La Audiencia Provincial de Ciudad Real juzgará este miércoles, día 29 de noviembre, a O.R.M.H, un hombre, de 49 años de edad, acusado de abusar sexualmente a su sobrina política, que en el momento de los hechos tenía 6 años, a través de tocamientos e intentos de penetración.
La Fiscalía pide para el acusado una pena de once años y medio de prisión por un delito continuado de abuso sexual, así como al pago de una indemnización de 25.000 euros a la víctima, además de una orden de alejamiento de 200 metros de la víctima y la prohibición de comunicarse con ella durante 14 años.
Gozando de la confianza de la familia para poder estar a solas con una de sus sobrinas, a partir del año 2016 y hasta principios del 2020, el acusado empezó a pedirle a la niña «que posara para él, en braguitas o desnuda, haciendo poses como las que aparecían en las fotos que previamente le había mostrado», tal y como consta en el escrito de Fiscalía. Además, en reiteradas ocasiones mostraba a la niña vídeos pornográficos, pidiéndole «que hiciera algo de lo que aparecía en los videos».
En múltiples ocasiones, estando solos y, generalmente, por la noche, cuando los demás adultos y sobrinos se iban a dormir, la niña se quedaba con el acusado para ver la televisión, aprovechando la ocasión para «tocar a la menor por debajo de la ropa sus partes íntimas, llegando, al menos en una ocasión, a meterle el dedo en la vagina y otra en el ano», señala el escrito de la Fiscalía.
Además, en estas situaciones, el acusado pedía a la niña de manera insistente «chuparle la vagina» y que ella, en una ocasión, le hiciera una felación. Asimismo, el acusado también intentó realizar a la niña una penetración vaginal que, según señala el escrito fiscal, no tuvo una culminación plena debido a que la menor se quejó del intenso dolor que le producía», señala el escrito del Ministerio Fiscal.
La menor, a raíz de los hechos, ha desarrollado un trastorno con sintomatología postraumática, con dificultades para mantener la atención, cierto nivel de estrés y percepción de sentirse en peligro, así como una sintomatología depresiva de carácter leve caracterizada por ánimo disfórico, anhedonia, sentimientos de inutilidad, culpa e indefensión, según detalla el fiscal en su escrito.
Los abusos sexuales cometidos a esta niña fueron denunciados por los padres de la víctima cuando el procesado amenazó a la menor con que iría a prisión si contaba lo sucedido tras haber sido denunciado en Fuenlabrada por abusar de otra sobrina suya, también menor de edad, y por el que todavía no ha sido juzgado.