Tradicionalmente los índices de participación en las elecciones han favorecido o perjudicado más a unas u otras opciones políticas. Esos índices de participación suelen estar condicionados por el descontento o la desafección de parte de la ciudadanía.
Generalmente el mayor porcentaje de abstención ha favorecido a las formaciones más conservadoras, al igual que el mayor número de participación suele favorecer a los partidos más progresistas, pero esos datos objetivos solo se pueden aplicar a nivel de elecciones generales. En el ámbito local y autonómico, esos datos tienen lecturas muy variables, aunque normalmente el aumento de la participación es un mensaje de deseo de cambio.
El alto porcentaje de participación en estas elecciones locales y autonómicas van a significar de alguna manera un mensaje de la ciudadanía, pero lo cierto es que hasta que no se sepan los resultados, todo es posible. Aunque todo parece indicar, según los primeros datos, que va a haber muchos cambios en nuestra región.