El vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, considera que «hay poca diferencia entre lo que ocurrió este martes en Madrid y lo que pasó en Cataluña en 2017 y lo que ocurría en el País Vasco en otras épocas, cuando se acosaban sedes del Partido Socialista».
En declaraciones a los medios de comunicación en Cuenca en la inauguración del I Foro Regional sobre Cooperativismo y Reto Demográfico, Martínez Guijarro ha dado su valoración de las concentraciones antes las sedes del Partido Socialista en Madrid, pero también en ciudades castellanomanchegas como Toledo y Ciudad Real.
«Nadie pone en duda en este país la libertad de expresión y no todo el mundo tiene que estar de acuerdo con las decisiones que tome cualquier Gobierno, pero de ahí a lo que está ocurriendo en muchos lugares de España hay un trecho importante», ha diferenciado el vicepresidente regional.
En el caso de lo acontecido en Madrid, «no tiene nada que ver con la libertad de expresión, son grupos fascistas que se aprovechan incluso de la buena voluntad que pueden tener algunas personas para montar algaradas y generar conflictos de orden público, con el resultado de 30 policías heridos en la calle Ferraz».
«Los responsables políticos somos quienes tenemos mayor responsabilidad y tenemos que hacer un llamamiento a que la gente ejerza su libertad de expresión con respeto, porque esta termina donde empieza la de la persona que está en frente» y confía en que no haya formaciones políticas que respalden este tipo de actuaciones «y todos los partidos debemos rechazar de manera rotunda que el fascismo comience a aparecer en nuestras calles», ha concluido.
PADILLA CONDENA LA VIOLENCIA
Por su lado, la portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Esther Padilla, ha calificado estas protestas de «violencia condenable», lamentando que «determinados sectores» estén «calentando mucho el ambiente».
A preguntas de los medios en rueda de prensa para dar cuenta de los acuerdos del Consejo de Gobierno, ha señalado que este contexto requiere «un paso más del PP», no solo condenando las acciones que se están produciendo, sino «rompiendo con los gobiernos de extrema derecha».
«No puede auspiciar a la ultraderecha gobernando con ella en distintas instituciones porque al final los está blanqueando», ha aseverado Padilla, remarcando que estas protestas se están dando en las sedes socialistas ahora pero serán en otros lugares.
«La libertad de expresión no es compatible con la violencia», ha afirmado Padilla, que ha condenado también a los que se quieren escudar en la libertad de expresión «para hacer lo que están haciendo con acoso, con violencia, con destrucción en las calles, con enfrentamientos con la Policía y con llamamientos por parte de la extrema derecha a no obedecer lo que nos dice a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado».
Ha defendido que el Gobierno central es un gobierno «legítimo», y aunque su forma de actuar «no guste», lo que está ocurriendo «es muy grave». «Yo no puedo evitar relacionar lo que ocurría hace años en Cataluña y lo que ahora estamos viendo en Madrid y en ambos casos es condenable. Hay que respetar las opiniones de todo el mundo, incluso cuando se toman decisiones que no nos gustan», ha incidido.
A su juicio, la democracia consiste «en el respeto y en manifestar de manera democrática una opinión sobre las decisiones que un gobierno toma o deja de tomar» pero de una manera «respetuosa y educada».