Ecologistas en Acción ha denunciado que «Castilla-La Mancha es la región donde más ha aumentado el regadÃo, con un crecimiento de superficie regada del orden del 65 % en los últimos 25 años».
«En Castilla-La Mancha la sobreexplotacion de los acuÃferos se intensifica. El complejo lagunar de Daimiel está prácticamente muerto. Incluso los humedales que se abastecÃan de las aguas residuales depuradas ni siquiera pueden disponer de este recurso por la apertura de nuevos pozos en su entorno, como ocurre en la laguna de Navaseca», han expresado en nota de prensa.
En la región manchega, explican, «además, están abriendo numerosos pozos ilegales y el regadÃo ‘legal’ extrae varias veces más agua de lo autorizado, como ocurre en las provincias de Cuenca, Albacete y Ciudad Real. En esta última, el Seprona denunció que el 99 % de los contadores de los pozos estaban trucados para no contabilizar todo el agua que extraen».
Para evitar «este desastre», Ecologistas en Acción considera esencial frenar la expansión del regadÃo y reducir la superficie actualmente regada en, al menos, un millón de hectáreas. De esta forma, «se podrÃa alcanzar un cierto reequilibrio hÃdrico y evitar que se produzca el colapso hÃdrico. Esta reducción de la superficie regada en ningún caso afectarÃa a la soberanÃa alimentaria, pues actualmente el 75% de la producción en regadÃo se destina a la exportación».