El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, ha asegurado que la Comunidad Autónoma tendrá que replantear su Plan de Salud Mental, que tiene hasta el año 2025 como horizonte, para ser «más ambiciosos» y reforzar aspectos como la prevención del suicidio, especialmente en la edad infanto-juvenil, y la lucha contra las adicciones, haciendo hincapié en algunas como las relacionadas con las pantallas.
«La salud mental no viaja sola, está en un entorno sociosanitario amplio», ha aseverado, incidiendo en la preocupación por la salud mental infanto-juvenil.
El consejero ha defendido que el plan de Castilla-La Mancha incluye estos aspectos de vigilancia del suicidio y las adicciones, pero ha reconocido que estas circunstancias «han evolucionado» y hoy dÃa los intentos de suicidio en personas jóvenes «se han multiplicado» y las adicciones a no sustancias «han crecido exponencialmente».
«Debemos prepararnos para unos siguientes años en los que esto sea protagonista», ha vaticinado.
LA IMPORTANCIA DE LA HUMANIZACIÓN
De otro lado, también ha querido poner el foco en la humanización de la atención sanitaria, «una de las cosas importantes» que la sanidad castellanomanchega está abordando.
«Es cómo querrÃas que te trataran a ti, es la empatÃa y también tiene que ver con la manera diferente de que nosotros afrontemos la prestación», ha puntualizado.
En este sentido, ha incidido en que en diagnósticos como los oncológicos, el tratamiento no puede únicamente dirigirse a la enfermedad sino también a la persona.
«Somos muy buenos describiendo los sÃntomas, diagnosticándolo y tratándolo, pero creemos que con eso hemos salvado y no, tenemos que adentrarnos mucho más en la salud mental, las cosas que le pasan a la persona. ¿Tiene personas a su cargo? ¿Tiene hipoteca? Esas cosas son importantes y no solucionarlas acaba en un lugar que tiene mucho más que ver con la salud mental que con el diagnóstico oncológico. Es verdad que le vas a salvar la vida, pero ¿qué vida?», ha descrito el consejero.