El sector agrario español teme pérdidas irreversibles en las cosechas de cereales, forrajes y de pastos, así como reducciones de siembra de girasol o arroz si persiste en los próximos días la sequía, sobre todo en Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y las zonas de la ribera del Ebro.
Las perspectivas sobre las campañas agrícolas son muy pesimistas en el sector agrario, donde alertan que este momento del año es crucial y que si en las próximas dos semanas no llueve o se suavizan las temperaturas se perderán miles y miles de hectáreas de cosechas, según las organizaciones Asaja y COAG y las cooperativas.
La amenaza es más acuciante en aquellas zonas de recolección más tempranas, Andalucía, Castilla-La Mancha en el caso de los cereales o Aragón en los forrajes, y en los campos de Cataluña, pero también afecta a zonas áridas de Castilla y León.
Por cuencas hidrográficas se encuentran en peor situación las del Guadalquivir, la del Guadiana y las mediterráneas.
El efecto de la sequía se nota ya más en los cultivos de secano, como los cereales de invierno (trigo o cebada) pero también peligran producciones de regadío como los cereales de primavera (maíz, arroz), el tomate u otras hortícolas, según han precisado a Efeagro fuentes de los servicios técnicos de Asaja.
EL 60 % DEL CAMPO ESPAÑOL DAÑADO
«La sequía asfixia ya al 60 % del campo español y produce pérdidas irreversibles en más de 3,5 millones de hectáreas de secano», según un balance difundido este viernes por COAG.
Por su parte, el director de cultivos herbáceos de Cooperativas Agro-Alimentarias, Antonio Catón, ha señalado a Efeagro que en el los cereales podría haber sorpresas, pero en Andalucía, parte de Castilla-La Mancha (Albacete, Ciudad Real y Toledo) y Extremadura es difícil que caiga el agua suficiente para mejorar las cosechas.
No obstante, Catón ha advertido de que en el caso de los cereales un 85 % está en secano y un 15 % en regadíos por lo que las producciones de trigo o de cebada dependen «más de la temperatura y del calor» y en este sentido el factor climático también está siendo perjudicial.
Asaja y COAG han coincidido en que Andalucía, el sur de Castilla-La Mancha o Cataluña tienen problemas «muy serios», hasta el punto de que, por ejemplo, en las explotaciones andaluzas «no saben si van a poder segar», según el responsable de cultivos herbáceos de COAG, José Roales.
Pero en la mayor parte de territorio nacional hay ya parcelas afectadas, según declara Roales desde Zamora, en Castilla y León, la primera autonomía productora de cereales donde, según otras fuentes del sector, están puestas las esperanzas en el abastecimiento.
EFECTOS A LARGO PLAZO
El sector agrario ha advertido de que si se prolonga la sequía también afectará a otros cultivos, como los de maíz de regadío.
Preocupan por ello las restricciones en la dotación de agua, que mermarán las siembras de verano y harán que muchos agricultores reduzcan la superficie de maíz, arroz y algodón.
Por otro lado, en el caso del girasol, desde Asaja y COAG han apuntado que ante los altos costes de producción y los precios pocos atractivos es previsible que los agricultores decidan no cultivarlo.
La ganadería extensiva, sobre todo de ovino, se está viendo perjudicada también pues si no llueve no habrá pastos para los animales y los productores se verán obligados a la compra de pienso y de forraje.
COAG también ha alertado de los problemas que atraviesan los apicultores por la falta de vegetación y floración en los montes.
El sector agrario ha recordado que el año pasado ya fue malo para las cosechas, especialmente la de cereales, producción en la que España es deficitaria.
El Gobierno, las comunidades autónomas y los representantes agrarios abordarán medidas ante este panorama en la Mesa Nacional de la Sequía que se celebrará el próximo 19.