La reconstrucción del Molino Sansón Carrasco de Puerto Lápice (Ciudad Real), situado en el paraje denominado como ‘La Sierrecilla’ en la cara noroeste de la localidad, se afana en sus últimos detalles y el próximo lunes, 24 de enero, está prevista la colocación del eje y de la rueda catalina, lo que se podrÃa denominar «el corazón» del molino.
En torno a finales del mes de febrero se podrÃan realizar las primeras pruebas de la molienda, después de ocho meses de trabajo desde que en mayo del pasado año el Ayuntamiento de Puerto Lápice pusiera en marcha este proceso de reconstrucción, con la intención de reforzar el atractivo turÃstico de la localidad, situada en plena ruta de Don Quijote.
Al inicio de estas obras, se desmontaron la cubierta y las aspas metálicas, se demolieron los muros hasta la planta camareta y también los forjados intermedios y las escaleras.
Como resultado, partiendo de la base que el molino conserva del original, se han reconstruido ya los muros, los diferentes forjados y escaleras, contando con la disposición de cada uno de los elementos constructivos para el acople de la maquinaria completamente nueva, fabricada de manera artesanal en un taller de carpinterÃa con técnicas tradicionales.
AJUSTADO AL PRESUPUESTO
La reconstrucción partió de un presupuesto de 217.000 euros cofinanciados por el Fondo Europeo Leader, con aportación adicional del Ayuntamiento y bajo la gestión de la Asociación Alto Guadiana, y el coste del proceso completo se ha ceñido a esta cantidad, a pesar de que ha subido el precio de algunos materiales.
«Lo hemos ajustado a ese presupuesto, y lo que ha podido subir lo he ido asumiendo», ha asegurado el molinero Vicente Casero.
Una vez se realicen las primeras pruebas de molienda con resultado satisfactorio, se procederá a la inauguración oficial, que será «importante», según Casero, y posteriormente el Ayuntamiento podrá establecer un calendario de moliendas periódicas, que podrÃan arrancar con una al mes.
«Hay que trabajar en el mantenimiento activo del molino, para que no se quede parado», ha deseado el molinero.