Vecinos de los municipios de El Robledo y Porzuna, en Ciudad Real, están presentando alegaciones para pedir que corrijan el estudio de evaluación de impacto ambiental del proyecto para instalar una macrogranja de porcino en El Robledo, que el promotor ha presentado dividido en dos para evitar una evaluación ordinaria.
Según han informado a Efe miembros de una plataforma creada para oponerse a este proyecto que se pretende implantar en la provincia de Ciudad Real, no es cierto como manifiesta el promotor del proyecto que la distancia de las macrogranjas al municipio más cercano sea El Robledo, que se encuentra a una distancia superior a 4 kilómetros, y que el suelo urbano más cercano es la urbanización Las Islas a una distancia de 2,8 kilómetros.
En este sentido, los vecinos recuerdan a la Consejería de Desarrollo Sostenible, que es quien debe llevar a cabo la evaluación de impacto ambiental, que Las Islas no es urbanización, sino una aldea de El Robledo y que, la aldea de Las Tiñosillas, núcleo urbano del municipio de Porzuna, está a sólo 1,9 kilómetros de distancia.
En sus alegaciones los vecinos señalan que no es cierto, como formula el promotor ,que en la zona exista una gran cantidad de viñedos, olivos y encinas dispersas que funcionarán como filtro verde aminorando los impactos, e indican que «no hay más que visitar la zona para ver lo despejadas de vegetación que están las parcelas».
En cuanto a la afirmación de que las granjas no se encuentran en ningún área protegida, señalan a la Consejería de Desarrollo Sostenible que a 600 metros está la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) «Ríos de la cuenca media del Guadiana y laderas vertientes» y a 12 kilómetros el Parque Nacional de Cabañeros.
Sobre los riesgos por inundaciones, el promotor mantiene que en caso de lluvia abundante no habrá problema ya que la parcela se encuentra aguas abajo de un arroyo, pero los vecinos afirman que el arroyo del Camellar marca la linde de una de las parcelas donde se instalará una de las macrogranjas y pasa a 150 metros de la otra, aguas abajo.
En sus alegaciones los vecinos también advierten que el promotor no explica cómo se va a garantizar el cumplimiento de la medida de recoger los purines, cargarlos en un cuba y esparcirlos en los terrenos de labor, enterrándolos en un máximo de 24 horas, con una labor de cultivador una vez que se hayan esparcido.
La producción anual prevista de purines es de 8.556 metros cúbicos y 28.860 kilogramos de nitrógeno, lo que requerirá una superficie de labor necesaria de unas 240 hectáreas de secano para emplearlos como abono orgánico, pero los vecinos alegan que en la evaluación de impacto ambiental no detalla dónde se van a esparcir, en qué cantidad y con qué periodicidad.
En cuanto a la flora y fauna de la zona, el proyecto no menciona que en la zona se observan frecuentemente nutrias, tritones, almejas de río, cigüeñas negra, martín pescador y colonias de nenúfares en el río Bullaque.
Cada granja se proyecta para 1.990 cerdos y se plantean separadas con un kilómetro de distancia para esquivar la moratoria de macrogranjas vigente en Castilla-La Mancha, han alegado los vecinos, que piden no obviar que ambos proyectos van a generar sinergias y juntos superan los umbrales de proyectos que se deben evaluar de forma ordinaria y no simplificada.