Una vez más, la comitiva fúnebre más alegre del año partió a las 18:00 horas del miércoles desde la Plaza de España. Los bolañegos, muchos vestidos de riguroso luto, acompañaron al cortejo fúnebre de la sardina por las principales calles de Bolaños hasta el recinto ferial, donde la fiesta culminó con la quema de la figura simbólica.
La ceremonia funeraria, que sirve para despedir el Carnaval y dar paso a la Cuaresma, mezcla elementos de ambas celebraciones. Para ello, aunque no todos acudieron como manda la tradición, vestidos de negro, una multitud de personas asistieron y participaron en el destile del cortejo fúnebre previo al tradicional Entierro de la Sardina.
Entre los asistentes también se encontraba el alcalde de la localidad, Miguel Ángel Valverde, y miembros de la Corporación Municipal. El primer edil se mostró satisfecho con la respuesta del público, al ver como “las nuevas generaciones disfrutan con la misma intensidad del Carnaval que las longevas, lo cual significa que esta fiesta está arraigada en Bolaños y tendrá mucho recorrido en el futuro”.
Valverde también hizo hincapié en los “importantes recursos que se han invertido para recuperar la celebración del Carnaval y así, intentar devolver la normalidad de esta tradición en Bolaños ayudando con ello a los sectores castigados durante la pandemia”. En este sentido, también ha recordado como esta fiesta, “una de las más importantes de la provincia, no ha dejado de celebrarse nunca, salvo por el Covid-19”.
Los plañideros y plañideras “viudas” acompañaron a la sardina durante el recorrido que comenzó en la Plaza de España, prosiguió por las calles Doctor Ayllón, Avenida de la Vereda, Real, Manzanares, Toledillo, Libertad, Nieves y Carretera de Torralba, hasta concluir en el Recinto Ferial, donde se quemó la sardina difunta. Todo ello gracias a la colaboración de voluntarios de Protección Civil y Policía Local.
Durante el final de esta primera etapa del Carnaval, el caricaturesco cortejo fúnebre escoltó la carroza con el féretro que albergaba la figura de una sardina por todo Bolaños al ritmo de cánticos, trompetas y tambores. Este ambiente festivo continuará el sábado, 5 de marzo, con el XXXIX Desfile de Carrozas, Comparsas y Murgas como gran despedida.