El viernes se clausuró la Escuela de Verano que el Ayuntamiento de Bolaños organiza y se celebra en el C.E.I.P. Fernando III El Santo, y que comenzó el pasado 4 de julio. La presente edición contó con 120 niños y niñas, el total de plazas ofertadas, que se despidieron con un gran fiesta de fin de curso en la que no faltó una exhibición de bailes colectivos por clases, desayuno con churros y helados y polos durante el recreo. Al igual que en años anteriores, se dividió la participación de los alumnos en varios grupos, concretamente nueve, supervisados por un grupo de monitores cualificados que los han acompañado.
El horario de la Escuela de Verano ha sido de 9:00 a 14:00 horas, adelantándose una hora la entrada para el alumnado que tenía refuerzo educativo y sus progenitores o tutores trabajaban. Así, se facilitó la conciliación de la vida familiar y laboral de todas las familias bolañegas para compaginar sus jornadas laborales con el cuidado, la protección y desarrollo de sus hijos e hijas, y contribuir en el desarrollo del colectivo infantil.
Una de las novedades que presentaba el programa de este verano era el aprendizaje cooperativo, que permitió a los alumnos y alumnas elegir los temas sobre los que trabajaron semanalmente, según sus aptitudes o intereses. Gracias a esta iniciativa, los menores se conocieron durante la primera semana bajo el lema ‘Nos conocemos’, a través de juegos y dinámicas de presentación.
Una vez hechas las presentaciones, los niños y niñas pudieron disfrutar de semanas dedicadas a la salud, veranolimpiadas, ciencia, cultura o educación ambiental. Cabe destacar también el papel de las distintas asociaciones y servicios de la localidad que han participado en algunas de las actividades, como fue el caso del Centro Ocupacional y Padisbol durante la semana de la educación en valores, en la que los menores pudieron aprender a respetar las diferencias, ser tolerantes y empáticos para ponerse en el lugar de otros.
Igualmente, esta oferta municipal contó con visitas culturales a los espacios más icónicos dela localidad, como el Ayuntamiento, el Castillo de Doña Berenguela o el Parque Municipal; excursiones a la piscina municipal en diferentes fechas; y talleres de Scratch, para los más alumnos de mayor edad, y de concienciación sobre el medio ambiente y sensibilización sobre el cuidado del entorno natural.