De este modo, la medida afectará a los museos de titularidad pública (como por ejemplo, el Museo del Prado, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Museo Arqueológico Nacional, Museo Nacional de Escultura, Museo Sorolla, el Museo Nacional de Antropología o el Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, entre otros) que tendrán que apagar sus luces a partir de las 22.00 horas.
La medida también afecta a espacios culturales, además de espacios comerciales, grandes almacenes, infraestructuras de transporte (aeropuertos y estaciones de tren y autobús), hoteles y escaparates. También se limitará a 27 grados el uso del aire acondicionado en verano y a 19 grados la calefacción en invierno. Estas medidas complementan el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE).
El periodo para su aplicación será de una semana desde su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y tendrán una vigencia hasta el 1 de noviembre de 2023, tal y como anunció en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.
Esta normativa, sin embargo, no afectará a la iluminación exterior «ornamental», como las luces navideñas. «No hay previsión para las luces ornamentales, hoy hablamos solo de edificación», reiteró.
Respecto a las sanciones que podrían darse en el caso de no cumplirse esta normativa, Ribera indicó que «existe un régimen sancionador que se aplicaría», pero que la vigilancia corresponde a las comunidades autónomas.
Asimismo, se obligará a que antes del 30 de septiembre tanto edificios como locales dispongan de cierres automáticos en las puertas de acceso para impedir que se queden abiertas permanentemente, con el consiguiente despilfarro por pérdidas de energía al exterior.