El matador de toros Manuel Amador Correas, fundador de la dinastía de grandes toreros gitanos de Albacete, ha fallecido este viernes en el Hospital General de esta capital manchega tras varios días ingresado en la UCI tras sufrir una caída, han informado a Efe fuentes allegadas al diestro fallecido.
Aunque nació en Jumilla (Murcia) el 15 de noviembre de 1938, se le consideró siempre torero de Albacete, ciudad donde se mudó su familia cuando contaba con solo tres meses de edad y donde adquirió la afición taurina gracias a Juan Montero, Chicuelo II y Pedrés, diestro, este último, por el que Amador siempre sintió especial devoción.
También en Albacete fue donde se vistió por primera vez de luces en 1957 y dos años después debutaría con caballos en Cartagena, protagonizando una exitosa carrera novilleril que le llevó a tomar la alternativa en el 28 de mayo de 1964 en la Real Maestranza de Sevilla de manos de Curro Romero y en presencia de Carlos Corbacho y el rejoneador Álvaro Domecq.
Su arte gitano lo supo extrapolar a la perfección al ruedo, siendo considerado uno de los toreros de corte más artístico de la época de los 60 y 70 del siglo pasado, un diestro con duende innato, con mucho gusto y sentimiento en la interpretación y, sobre todo, una gran personalidad.
Durante los años que se mantuvo en activo, Amador consiguió grandes triunfos en numerosas plazas españolas, con especial importancia sus dos Puertas Grandes en Las Ventas (una en la tarde de su confirmación, el 24 de mayo de 1965, y otra en 1966); y una salida a hombros por la Puerta del Príncipe de Sevilla.
Pero su carrera no estuvo exenta de graves percances, como el que sufrió en 1966 en Barcelona cuando un toro de Francisco Escudero le fracturó el húmero de su brazo izquierdo, lo que le obligó a estar sin torear más un año.
Otra de las cornadas fuertes que padeció la cobró en Ontur (Albacete) durante la celebración de un festival en el año 1971, un percance que derivó en su primera retirada en Sevilla al año siguiente, aunque volvería en 1978 para cumplir dos temporadas más y decir adiós definitivamente a los ruedos el 18 de mayo de 1980 en Madrid.
Además de su trayectoria como matador de toros, Manuel Amador Correas es el fundador de la más importante dinastía de toreros gitanos de Albacete.
Padre de Manuel Amador Martínez-Vara del Rey, que también fue matador de toros y es uno de los actuales empresarios de la plaza de toros de Albacete, también es tío de Sebastián Cortés y de Manuel de Paz, tío abuelo de Antón Cortés, y compañero y primo de Juan Correas, padre del rejoneador Antonio Correas, y que fue con quien comenzó su andadura taurina en las capeas por tierras manchegas.
Tras su retiro de los ruedos siguió vinculado a la actividad taurina siendo uno de los impulsores de la tradicional corrida de Asprona de Albacete, de cuya escuela taurina fue, además, su primer director y profesor. También ejerció en varias ocasiones como comentarista en las retransmisiones taurinas de Castilla-La Mancha Televisión.