En la mañana del domingo 12 de septiembre cientos de coches, tractores y remolques han vuelto a expresar su rotunda negativa a la construcción de una granja intensiva de cerdos a escasos 300 metros del pozo de agua que abastece al pueblo de Quintanar del Rey.
Los vecinos manifiestan que se sienten desprotegidos ante una compleja normativa que siempre termina favoreciendo a los grandes promotores de granjas intensivas de cerdos, desatendiendo por completo la voluntad de los pueblos en los que se instalan.
Los vecinos cuentan con un exhaustivo informe hidrogeológico encargado por la asociación Quintaverde Pueblo Vivo para conocer de forma precisa la incidencia de las posibles filtraciones de purines, se llega a la conclusión de que en los diferentes supuestos planteados, la contaminación llegaría necesariamente al agua que beben los quintanareños. Esta es la razón fundamental por la que el pueblo entero ha vuelto a levantar la voz y no van a dejar de hacerlo hasta que la razón se imponga, afirman, tarden lo que tarden.
«Nadie entiende cómo hay administraciones, organismos y políticos con nombres y apellidos que firman Autorizaciones Ambientales Integradas tapándose ojos y oídos ante lo que ya se ha constatado en otros pueblos que han dejado de tener agua potable a consecuencia de los purines filtrados en los acuíferos y ante lo que dicen los datos objetivos de todos los expertos consultados».