La Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Socuéllamos ve con satisfacción que sus reivindicaciones en defensa del valor de la uva blanca airén hayan dado sus frutos, haciendo posible que el precio que podría recibir el viticultor, socio de cooperativa, al liquidar su producto, sea casi el doble que el precio que podría tener al inicio de vendimia en la zona de La Mancha; y superior al que se pague por las bodegas particulares, según defiende el presidente local de ASAJA Socuéllamos, Pedro Alcolea.
Recordemos que cuando comenzó la recogida de la uva, las primeras tablillas marcaban un precio de entre2 y 2,20 pesetas el kilogrado. Una situación que la organización agraria a nivel provincial denunció enérgicamente ante los medios de comunicación. De hecho, ASAJA movilizó al sector y salió a la calle. Fue en Socuéllamos donde se exigió, alto y claro, que se pagara mínimo a 3,50 pesetas el kilogrado de uva blanca airén para poder pagar los costes de producción. ASAJA ya dejó claro que pagar por debajo de ese precio era injusto y una auténtica ruina para el sector vitivinícola de la región.
Gracias a estas protestas y a esta lucha que inició la organización agraria en la provincia se ha conseguido este objetivo. Teniendo en cuenta que ahora mismo se están haciendo operaciones de vinos blancos sobre los 3,50 euros/hectogrado, la liquidación que debe tener el viticultor de sus uvas asciende a casi 4 pesetas el kilogrado de uva. Esto supone que el precio de la uva blanca airén, según se están pagando los vinos hoy, ha aumentado entre un 40 y un 50% con respecto a los primeros precios de los industriales.
En este sentido, ASAJA Socuéllamos pide a las cooperativas que centren ahora todos sus esfuerzos en mantener los precios del vino, ya que el 80% de las uvas de los viticultores están en sus manos. Por eso, según la organización agraria, su gestión y negociación en la comercialización es fundamental en estos momentos.
Menos producción y más costes
Aunque ASAJA Socuéllamos ve positivo el incremento de los precios iniciales en la uva airén de La Mancha, advierte que la merma de la cosecha de este año complica las cosas. La de este año ha sido una campaña escasa a nivel europeo. De media, en Castilla-La Mancha, ha habido entre un 30% y un 40% de uva menos con respecto a la del año pasado, según comarcas. Detrás de esta merma están las heladas del invierno aparejadas a Filomena, la sequía asociada a las reducciones de riego, la ola de calor del mes de agosto, el pedrisco y las lluvias torrenciales que ha soportado la provincia.
A esto hay que sumar el constante aumento de los costes de producción que vienen soportando los agricultores (electricidad, gasoil, abonos, fertilizantes, salarios de los trabajadores, …) y que no ha podido repercutir en su producto. Este escenario hace que los viticultores a duras penas puedan cubrir costes.
Control contra los posibles fraudes
Por último, ASAJA Socuéllamos ha incidido en la necesidad de perseguir cualquier fraude que pueda poner en jaque al sector vitivinícola de la región. Por eso, la organización agraria local vuelve a exigir a los agentes competentes un férreo control ante la posible entrada irregular de uva de otras regiones.
Alcolea ha trasladado su apoyo a los representantes de ASAJA en la región y se suma al apercibimiento de la organización sobre fraudes judicializados, mostrando su “rotunda reprobación a quienes públicamente apoyan a esos delincuentes”.
Considera necesario seguir velando por el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria y denunciar ante la AICA cualquier fraude. Asimismo, anima a los operadores que detecten incumplimientos a que pongan las correspondientes denuncias por suponer un grave perjuicio para todo el sector.