La plantilla de Caixabank en España y en Castilla-La Mancha ha vuelto a escenificar este martes «su radical rechazo al ERE» que pretende ejecutar la dirección de la entidad.
La huelga a jornada completa convocada por todos los sindicatos representativos está teniendo un seguimiento superior al 90% en las 352 oficinas de Caixabank ubicadas en nuestra región, todas ellas cerradas al público.
Tal y como informan los sindicatos en nota de prensa, alrededor de la mitad de los 1.100 trabajadoras y trabajadores con los que cuenta Caixabank en la región han acudido a Toledo a expresar en la plaza de Zocodover «su tajante oposición al ERE»; y quienes no han podido hacerlo se han manifestado con sus compañeros y compañeras a las puertas de sus oficinas. En Albacete, más de medio centenar se concentró de forma espontánea ante la sucursal de Caixabank en la plaza del Altozano.
El proceso de reestructuración emprendido por Caixabank tras su fusión con Bankia implica el despido de 8.291 personas (el 18,67% de la plantilla) y el cierre del 27% de sus oficinas en España. En Castilla-La Mancha, el impacto del ERE «afectaría a 235 personas (el 21,36%), 50 de ellas en Albacete, 72 en Ciudad Real, 13 en Cuenca, 37 en Guadalajara y 63 en Toledo».
«Estamos indignados con la propuesta de nuestra dirección y con su actitud en la mesa de negociación, donde se mantiene inflexible. No aceptamos ni aceptaremos nunca 8.300 despidos forzosos en una entidad que ha tenido más de 5.000 millones de euros de beneficios en el primer trimestre de 2021. Nuestra línea roja es que todas las salidas que hayan de producirse sean voluntarias», ha indicado Vicente Vigara, de la sección sindical de CCOO en Caixabank-CLM, mayoritaria en la entidad con el 40% de la representatividad en la región y más del 35% en el conjunto de España.
Vigara ha subrayado la unidad sindical en la oposición al ERE y el masivo respaldo de la plantilla a las movilizaciones, pero ha destacado que «el objetivo nunca ha sido la huelga». «Estamos en huelga porque no nos han dejado otra opción».
Por su parte, Emilia Gijón, también sindicalista de CCOO en Caixabank, en su caso procedente de Bankia, cuestionó la dejación del Gobierno ante los planes de la dirección de Caixabank.
Ha recordado que, tras la fusión-integración de Bankia en Caixabank, el Gobierno de España mantiene el 16% de la nueva entidad, y calificó de «indigno e injustificable que, después de rescatar Bankia con dinero público, mande ahora a 8.300 familias al paro, a consumir otra vez dinero público; después de todo lo que ha destinado a convertir a Bankia en una entidad viable».
UGT
Javier Suárez, de la sección sindical de la Unión General de Trabajadores en CaixaBank en Castilla-La Mancha, ha puesto de manifiesto en Toledo que este ERE ha llegado en un momento en el que la entidad ha obtenido resultados históricos, ejecutando una subida de sueldo entre sus ejecutivos.
Uno de los aspectos reclamados por UGT es que las salidas de CaixaBank deben ser voluntarias, no forzosas, como se pretende. «La empresa está diciendo que hay 700 salidas menos pero esto no es real ya que estas personas pasarían a otras empresas del grupo, con otras condiciones, y eso en realidad son despidos encubiertos».
La Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT ha informado de que la huelga ha tenido un seguimiento del 90% de la plantilla, con un 70% de las oficinas cerradas.
La última propuesta del banco recoge rentas mensuales del 56% del salario fijo para los empleados de entre 56 y 63 años y del 54% para los de 54 y 55 años. Todos ellos tendrían un convenio especial con la Seguridad Social hasta los 63 años. La indemnización para los empleados de 52 y 53 años sería un pago único de seis veces el 52% del salario fijo. A los menores de 52 se les compensaría con 35 días por año trabajado, con un tope de 24 mensualidades.