La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) celebra la bajada de 2.116 desempleados en abril, pero lamenta que «el paro tenga rostro de mujer en Castilla-La Mancha en un mercado laboral con alta temporalidad» y que el «balance de los cuatro primeros meses del año continúe siendo muy negativo, con 4.992 parados más y con claros indicadores de precariedad, pues solo uno de cada diez contratos firmados en abril fue indefinido».
CSIF invita a las diferentes administraciones «a no caer en el conformismo ni en triunfalismos vacíos, ya que la lenta creación de empleo en Castilla-La Mancha tiene rostro masculino».
Respecto a abril de 2020, mes marcado por el confinamiento domiciliario causado por la crisis sanitaria del coronavirus, el descenso global es de 7.754 parados, pero esta generación de puestos de trabajo «es sólo masculino: 10.230 hombres menos en desempleo frente a 2.476 mujeres que han engrosado las listas del paro».
Si se toma como referencia el pasado mes de marzo, de los 2.116 empleos creados en abril sólo 675 fueron ocupados por mujeres, señala el sindicato en nota de prensa.
Así, CSIF fija la mirada en la ejecución de políticas eficaces para «rescatar a los colectivos más vulnerables laboralmente y a fijar empleo de calidad primando la contratación indefinida». En esta línea, la Central Sindical censura «las subvenciones concedidas a CCOO, UGT y Cecam, que no han servido para atajar la precariedad ni proteger a los sectores más castigados: las tres organizaciones han percibido 43,7 millones de euros desde 2014 por parte del Gobierno autonómico que preside García-Page».