Con un aforo inusual, debido al cumplimiento estricto de las medidas de seguridad por incidencia de la COVID-19, aunque con una nutrida representación de las instituciones, estamentos, organizaciones y entidades, el Palacio de la Diputación de Ciudad Real se ha convertido esta mañana en altavoz contra la violencia de género y de la justa demanda de protección a las víctimas de esta lacra social que siega vidas de mujeres y menores. Hasta un total de 41 en lo que va de 2020 en nuestro país y más de 1.000 desde que se comenzaron a elaborar estadísticas en España, hace 17 años.
Bajo el lema «Nos queremos vivas, os queremos vivas», el Palacio de la Diputación se ha enfundado del morado que hace más visible la noble causa y el difícil reto de acabar con la violencia contra las mujeres para acoger un acto institucional en el que el presidente anfitrión, José Manuel Caballero, ha reclamado la unión de toda la sociedad frente a una lacra que hay que seguir combatiendo, aun más, si cabe, en tiempos de pandemia. Lo urgente, según ha dicho, es salvar vidas, pero no hay que olvidar que el confinamiento agrava los daños de quienes viven con sus verdugos y que, en muchos casos, son agredidas hasta la muerte.
Para Caballero, el lenguaje no es neutral, los hombres que matan a las mujeres son «asesinos». No ha dudado en confesar que le enerva y que le resulta «ofensivo», escuchar posibles motivos, con más razón si quien habla es un representante político, para justificar al culpable sin dedicarle ni un solo segundo a la víctima.
Considera, no obstante, alentador que se desarrollen actos como el de hoy, al que asisten hombres y mujeres de muy diversa procedencia, en los que se reivindica que aspiramos a vivir en una sociedad decente, madura y avanzada.
«Estamos aquí porque queremos una sociedad que garantice una respuesta efectiva a las mujeres que sufren violencia, así como a sus hijas e hijos; porque queremos una sociedad donde se castigue a los agresores y se proteja a las víctimas de manera integral, ofreciéndoles una respuesta social y laboral que no las revictimice; porque tenemos un compromiso de levantar el velo de silencio que oculta lo que según Naciones Unidas es el crimen encubierto más frecuente en el mundo», ha dicho.
Desde la Diputación de Ciudad Real se aplican en combatir la violencia de género, aunque Caballero reconoce que queda mucho por hacer, que todos y todas podemos hacer más por muchas razones, tantas como vidas de mujeres que siguen sufriendo y viven amenazadas porque no están seguras y no son libres sólo por ser mujeres. En este sentido, ha anunciado que, como institución provincial, se han marcado el reto y el compromiso de garantizar los recursos necesarios para luchar con más fuerza contra la violencia machista en las zonas rurales.
Ha precisado, no obstante, que tan importante como proteger a las víctimas es la prevención y la sensibilización frente a la violencia de género, especialmente entre los más jóvenes. Por eso estima conveniente incorporar al currículo educativo formación específica en igualdad y en educación afectivo sexual, así como elaborar programas contra la violencia de género a través de las redes sociales.
Ha afirmado, asimismo, durante su intervención que no podemos ser meros espectadores, que tenemos la obligación de actuar de inmediato y atender el grito, «a veces silencioso», de miles de mujeres. Sobre todo porque tenemos que conseguir que aflore el miedo y el sufrimiento que, hasta ahora, está oculto por temor a sentirse abandonadas por las familias, la sociedad o las instituciones.
En otro orden de cosas, la vicepresidenta quinta y responsable del Área de Atención a las Personas, Igualdad y Participación, Petra Sánchez Bonales y las diputadas provinciales Cortes Valentín y María Teresa Ortega han dado lectura a la declaración de la Federación de Municipios y Provincias (FEMP) con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en la que se incide en la necesidad de una fuerte cooperación y asociación entre gobiernos y organizaciones de la sociedad civil que garantice que la igualdad de género y los derechos de las mujeres continúen en la agenda política como factor esencial para hacer frente a la crisis del COVID-19. Y se recuerda también que las instituciones deben continuar con la prestación de servicios y la puesta en marcha de soluciones innovadoras para proteger los derechos humanos y la seguridad y recuperación de las víctimas del machismo.
El acto institucional ha comenzado y finalizado con la actuación de las alumnas del Conservatorio Profesional de Danza José Granero de Puertollano: Carme Portus, Macarena Alonso, Claudia Villar y Marta Espinosa. A través de una conmovedora coreografía, las bailarinas han acercado a las personas asistentes a la lacra de la violencia machista, poniendo de manifiesto que el arte tiene una forma profunda de comunicar, a veces más profunda que las palabras. Para todas ellas Caballero ha tenido palabras de agradecimiento y ha destacado que ayuden con su actividad a visibilizar la cultura durante la pandemia.
En el patio del Palacio provincial se han dado cita la alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora; la delegada de la Junta en la provincia, Carmen Teresa Olmedo; la subdelegada del Gobierno en Ciudad Real, María de los Ángeles Herreros; la presidenta de la Audiencia provincial, María Jesús Alarcón; el fiscal delegado de Violencia sobre la Mujer en Castilla-La Mancha, Jesús Gil y representantes de las Fuerzas de Seguridad del Estado, así como varios miembros de la Corporación provincial y senadores, entre otras autoridades.