El Ayuntamiento de Pamplona ha decidido suspender la celebración de las fiestas de San Fermín este julio de 2020 por la pandemia del Covid-19, una noticia que aunque «esperada» por la situación actual «no deja de producirnos tristeza». No obstante, el Consistorio no descarta que se puedan celebrar las fiestas en otra fecha si se dan las condiciones para ello.
Así lo ha anunciado este martes la teniente de alcalde y concejala de Gobierno Estratégico, Comercio y Turismo, Ana Elizalde, que ha asumido las funciones de Alcaldía ante la baja por coronavirus del primer edil, Enrique Maya.
En una rueda de prensa por internet, Elizalde ha señalado que aunque faltan dos meses y medio para el 6 de julio, «parece evidente que nuestras queridas fiestas están muy reñidas con el coronavirus» y al igual que otros acontecimientos mundiales se ha decidido suspender los Sanfermines, que «no han podido ser la excepción».
Ha comentado que en esta decisión «dura y triste» hay «consenso» de todos los grupos municipales porque «somos conscientes de que no hay otra opción» y ha destacado que «así lo han entendido también otras entidades directamente afectadas por la suspensión como las asociaciones de hosteleros o comerciantes, la MECA, la Comparsa de Gigantes y Cabezudos, La Pamplonesa, el Arzobispado o la Federación de Peñas».
«Ya les hemos trasladado que buscaremos fórmulas sin renunciar a la celebración de los Sanfermines para tratar de compensar las cuantiosas pérdidas económicas y sentimentales que van a suponer la suspensión de las fiestas», ha agregado.
Según ha expuesto Elizalde, el escenario es «imprevisible» y «aunque a día de hoy parece complicado que los Sanfermines puedan celebrarse este año, vamos a esperar a ver cómo evolucionan los acontecimientos». «Nosotros estamos abiertos a todo, no renunciamos a que se hagan, ojalá se puedan hacer en septiembre porque será una señal de que España está saliendo del coronavirus», ha expuesto la alcaldesa en funciones, para remarcar que la decisión «va a venir determinada por el momento en el que nos encontremos».
Ha incidido así en que «tenemos todas las puertas abiertas, no cerramos la posibilidad de que se hagan Sanfermines este año, pero con la prudencia debida». «La salud es lo primero que tenemos que salvaguardar, por eso, hay que primar la prudencia», ha comentado, para asegurar que «lo que sí tendremos es flexibilidad suficiente para tener capacidad de reacción si las cuestiones sanitarias se aligeran».
Al ser preguntada por si el Ayuntamiento baraja realizar algún acto oficial para conmemorar el 7 de julio, día de San Fermín, ha señalado que no se puede aventurar porque «no sabemos qué circunstancias se van a dar en ese momento», pero ha destacado que «es un día especial para Pamplona y así se tiene que ver».
LA LUCHA CONTRA EL COVID-19, LA PRIORIDAD
En su intervención, la alcaldesa en funciones ha remarcado que «la lucha contra el Covid-19 es la prioridad número uno en todo el mundo y mientras no tengamos una vacuna para combatirla así debe seguir siendo», por lo que, según ha dicho, en este escenario «no caben chupinazo, encierros, corridas de toros o pobres de mí».
En este sentido, ha explicado que se está destinando «parte importante de nuestro presupuesto municipal a afrontar los gastos y consecuencias del coronavirus» y ha remarcado que «eso ocurrirá también con buena parte de la inversión que tradicionalmente hacemos en Sanfermines». «Cientos de familias están pidiendo ayuda, muchas personas reclaman comida y tenemos llenos de transeúntes los albergues y pensiones», ha comentado Elizalde, para subrayar que «las necesidades sociales se han multiplicado como consecuencia del Covid-19 y nuestra obligación deber ser dar una respuesta solidaria y comprometida».
Según ha precisado, el presupuesto de los Sanfermines «viene a ser algo más de 3 millones de euros» y ha explicado que en estos momentos «se está analizando un marco económico con menos ingresos y mayor gasto» en el Consistorio, así como «una previsión de que tenemos que hacer cosas para incentivar la actividad económica».
A este respecto, y preguntada por la modificación del presupuesto, ha precisado que desde el área de Hacienda «se está trabajando y se está viendo los distintos escenarios para conformar el marco económico que nos ayude a tomar decisiones dentro del Ayuntamiento».
UNA DECISIÓN «TRISTE Y DIFÍCIL»
Para la alcaldesa en funciones, «la suspensión de una fiesta como los Sanfermines es sin lugar a dudas una noticia de alcance nacional e internacional», ya que «son las mejores fiestas del mundo» y atraen a decenas de miles de turistas de toda España y de diferentes países», por lo que la decisión ha sido «difícil y muy triste». «Nadie quería tener que tomar esta decisión pero la realidad impera», ha destacado.
Según ha indicado, «se ha tenido en cuenta el estado de alarma en el que estamos» y las previsiones que está habiendo a nivel nacional para la desescalada», lo que «hace improbable que se puedan celebrar las fiestas en julio».
Al ser preguntada por si ya había alguna contratación cerrada de cara a las fiestas, Elizalde ha señalado que desde el Consistorio tenían previstas algunas contrataciones, pero al llegar el estado de alarma no se realizaron. «Sí que puede haber algún fleco que se haya hecho antes de marzo y se verá cómo podemos reconducirlo», ha comentado.
Por otro lado, sobre si se va a convocar la Mesa de los Sanfermines, ha contestado que es «un órgano de participación para organizar las fiestas» y que «en este momento no parece que tenga mucho sentido» convocarla «cuando todavía no estamos celebrando plenos ni comisiones». No obstante, según ha expuesto, «en cuanto pase este momento y esta situación de estado de alarma por supuesto que se convocará y se hablará de las distintas posibilidades que hay sobre la mesa».
Asimismo, acerca del concurso de carteles de San Fermín, ha recordado que cuando se decretó el estado de alarma el concurso quedó suspendido y ha avanzado que «analizaremos cómo facilitar que las personas que se han presentado lo puedan volver a hacer» en una nueva edición.