Las Bodegas Félix Solís han acusado a García Carrión de «atribuirse una victoria judicial» contra Félix Solís «en un proceso en el que el grupo ni está personado ni es mencionado en auto alguno», después de que un juzgado de Valdepeñas haya aceptado la pretensión de medidas cautelares planteada por García Carrión en cuanto a la transparencia en el etiquetado de los vino de la DO Valdepeñas.
Recuerda Félix Solís en un comunicado que «en el citado proceso que enfrenta a García Carrión contra toda la Interprofesional DO Valdepeñas, la justicia da de forma cautelar la posibilidad de que los operadores que lo deseen adelanten el etiquetado específico de vinos y señalar si son Reserva o Gran Reserva».
«No obstante, la justicia le recuerda a García Carrión que tal y como indica la Consejería de Agricultura este contraetiquetado específico ha de aplicarse cumpliendo con la normativa vigente, debiendo remover la Interprofesional cualquier obstáculo para su instauración, incluido resolver las discrepancias existentes entre los datos de las barricas proporcionadas por la Asociación Interprofesional y los datos que los operadores suministran a su Entidad de Certificación».
Recuerdan en este punto que el pasado 3 de septiembre se llegó a un acuerdo de «transparencia y trazabilidad» con las organizaciones agrarias «para someter a los vinos de la DO a una auditoría externa, acuerdo que contó con la presencia del consejero de agricultura de Castilla-La Mancha y en el que la bodega de García Carrión fue la única en oponerse, siendo el único actor de la DO en votar en contra».
«De no realizarse esta auditoría independiente aprobada por toda la DO menos García Carrión, como la propia Justicia señala, de nada servirá adelantar la sustitución del contraetiquetado genérico por uno específico», asegura Félix Solís.
De esta manera, el Consejo Regulador «podrá exigir la colocación de contraetiquetas a los vinos envejecidos, no por las declaraciones de aptitud que presentan las bodegas que equivalen a declaraciones juradas, sino cotejado por la auditoría de un externo independiente», a la que según aseguran García Carrión «se opone».