Con lágrimas de diversión, riguroso luto, el corazón en puño y las ganas de fiesta en el otro, decenas de personas acompañaban en su funeral a doña Sardina, la dama protagonista del miércoles de ceniza que moría arropada de amigos del Carnaval. Entre sollozos y risas desfilaban desde la Plaza del Gran Teatro hasta la puerta principal de La Pérgola, donde se incineró la difunta.
Con el entierro de la sardina, Manzanares despide los actos principales del Carnaval 2020, que daban comienzo con el pregón el pasado viernes a cargo de la peña El Patacón, y se extendía hasta la tarde de ayer con concursos de máscaras, desfile y fiesta infantil, y el tradicional desfile de carrozas y comparsas.
La difunda fue trasladada en esta ocasión en barca, acompañada de pescadores, el rey emérito, Donal Trump, o el Papa hasta su llegada a la carpa municipal, donde se repartieron hasta 3.000 pastas en forma de sardina entre quienes quisieron disfrutar desde dentro de este entierro, o los asistentes al “funeral”; una dulce manera de poner fin a estas fiestas que con “tristeza” se despiden hasta el próximo año.
Los actos organizados por la concejalía de Carnaval concluyen este jueves con la chocolatada para mayores a las cuatro y media de la tarde, con baile y diez premios para los mejores disfraces.