Castilla-La Mancha ha tomado parte en la Feria Internacional de Enoturismo (FINE) celebrada en Valladolid los pasados 12 y 13 de febrero, para promocionar las tres rutas del vino acreditadas que existen en el territorio, la Ruta del Vino de La Mancha, la Ruta del Vino de Valdepeñas y la Ruta del Vino de La Manchuela.
Para la promoción de las tres rutas, el Gobierno regional ha dispuesto de un estand de 36 metros cuadrados en el que los responsables comerciales de las tres rutas han mantenido encuentros concertados de antemano con más de 60 compradores especializados en enoturismo acreditados por la feria.
La Feria Internacional de Enoturismo es un salón especializado en el sector puesto en marcha por la Feria de Valladolid con el objetivo de contribuir a la profesionalización del enoturismo. La FINE ofrece dentro de su celebración un espacio concebido como un gran mercado de contratación B2B al que sólo tienen acceso los expositores, y que cuenta con más de 100 compradores especializados en enoturismo, tanto nacionales como internacionales. La Feria, de carácter exclusivamente profesional, está dirigida a empresas y destinos de ámbito nacional y europeo que tengan en marcha una apuesta enoturística.
Dentro de esta apuesta por el enoturismo, Castilla-La Mancha ocupa un lugar destacado. La región ha contado con un estand de 36 metros cuadrados en los que ha mostrado la oferta de sus tres rutas certificadas por Rutas del Vino de España. Además, los responsables comerciales de las tres rutas llevaban programadas reuniones B2B con más de 60 compradores nacionales e internacionales especializados en enoturismo y acreditados para la feria por la organización.
El producto Rutas del Vino de España, definido por la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin), consiste en la integración bajo un mismo concepto temático de los recursos y servicios turísticos de interés, existentes y potenciales, de una zona vitivinícola, con el fin de construir un producto desde la identidad propia del destino, de facilitar la comercialización conjunta de toda la zona y de garantizar el nivel de satisfacción de la demanda. Es decir, una Ruta del Vino es un producto turístico que se desarrolla en el ámbito geográfico de una denominación de origen vitivinícola y que se conforma como una red de colaboración público-privada que integra diferentes entidades y empresas.
Dentro de la oferta especializada en materia turística que está impulsando el Gobierno de Castilla-La Mancha, la región cuenta con tres Rutas del Vino acreditadas: la Ruta del Vino de La Mancha, la Ruta del Vino de Valdepeñas y la Ruta del Vino de La Manchuela.
En la Ruta del Vino de La Mancha hay integradas, junto a los ayuntamientos de Alcázar de San Juan, Campo de Criptana, El Toboso, Socuéllamos, Tomelloso y Villarrobledo; y con el Consejo Regulador de la Denominación de Origen La Mancha, están 15 bodegas, cuatro alojamientos, nueve empresas de restauración, cuatro empresas de actividades turísticas, dos queseras, dos museos y un comercio especializado en gastronomía.
La Ruta del Vino de Valdepeñas la conforman 25 socios entre los que se encuentran los ayuntamientos de Valdepeñas, Moral de Calatrava y San Carlos del Valle; además de la DOP Vino de Valdepeñas, seis bodegas, tres alojamientos, tres restaurantes, tres guías, dos agencias de viaje, una empresa de ocio temático, una enoteca, y un museo.
La Ruta del Vino de La Manchuela está integrada por más de 70 socios entre los que están la Asociación DO Manchuela, la Asociación para el desarrollo de La Manchuela de Albacete, la Asociación para el desarrollo integral de La Manchuela Conquense, la Asociación de Turismo Rural de La Manchuela, la Asociación de cultivadores de Hongos Comestibles de La Manchuela y la Mancomunidad para el Desarrollo de La Manchuela; además de bodegas, alojamientos, restaurantes, empresas de turismo activo, ayuntamientos e instituciones.