La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el 7 de abril como DÃa Mundial de la Salud, un dÃa que hoy más que nunca cobra sentido. La situación de emergencia sanitaria que vive todo el planeta tras la pandemia originada por el COVID-19 es excepcional y el esfuerzo que están realizando los profesionales sanitarios a nivel mundial en estos dÃas es digno de reconocimiento social.
En los últimos años, las campañas de la OMS han trabajado para fomentar que la sanidad llegue a todos los rincones del planeta, posibilitando que las personas puedan tener la atención sanitaria cuando lo necesitan en el seno de su comunidad y que no tengan que desplazarse largas distancias para obtenerla, asà como que sea asequible para las familias. Este año la Asamblea Mundial de la Salud se ha centrado en el gremio de la enfermerÃa y ha designado 2020 como el Año Internacional del Personal de EnfermerÃa y de ParterÃa. El personal de enfermerÃa y matronas desempeñan una función crucial en la prestación de servicios de salud ya que dedican sus vidas a satisfacer las necesidades sanitarias esenciales del dÃa a dÃa.
Todos sabemos que la salud es un derecho humano fundamental y debemos comprometernos en trabajar para garantizarlo. Pero este año es un año especial, vivimos una situación que no tiene precedentes conocidos en primera persona por las generaciones que ahora nos toca afrontar la pandemia del Covid-19 y lo primero que debemos hacer es un llamamiento, a toda la población, a contribuir a atajar la expansión de esta epidemia que tan inesperada como gravemente afecta a nuestra salud, la salud de todas las personas del mundo, y la mejor forma de hacerlo es respetando las medidas de aislamiento y distanciamiento social que las autoridades sanitarias mundiales nos recomiendan y nuestros gobernantes nos imponen.
Más que nunca, todos, polÃticos, sanitarios, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, trabajadores esenciales y no esenciales, y población en general debemos hacer un gran esfuerzo en mantener la salud y ayudar a todos los que la han perdido y, sin duda alguna, ahà estamos y estaremos los fisioterapeutas, nuestra profesión colaborando, en todo lo posible, en esta pandemia.
En estos momentos, los fisioterapeutas, dada la situación excepcional que vivimos, hemos tenido que dejar a un lado gran parte de nuestras actuaciones para centrar todo nuestro esfuerzo en los pacientes ingresados en las UCIS, facilitando la extubación y reduciendo el tiempo de estancia, asà como manteniendo también nuestra atención en todos aquellos procesos no demorables y a nuestros mayores, ese grupo de población tan importante y tan vulnerable, sobre todo, ayudándoles a mantener esas capacidades susceptibles de mermar por la falta de actividad y confinamiento. Hemos suspendido la actividad programada en nuestros centros y unidades, tanto en el sector público como en el privado, debido a la falta de material y de medidas de seguridad para atender a los pacientes, evitando de esta forma la posibilidad de contagiar o ser contagiados por la enfermedad y poder contribuir a frenar esta epidemia que nos asola.
Y ahà estaremos también, aunque aún es pronto para determinar las secuelas que puede producir este coronavirus, ayudando a los pacientes más afectados que han tenido que pasar por unidades de crÃticos con grave afectación del sistema respiratorio, con afectación muscular por miopatÃas y todos aquellos que se produzcan una vez se estabilicen clÃnicamente.
Según la OMS, la salud se define como el estado completo de bienestar fÃsico, mental y social de la persona, por ello, el Colegio Profesional de fisioterapeutas de Castilla –La Mancha (COFICAM) aprovecha la efeméride para recordar, como asà lo dice el código deontológico del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas en su preámbulo, la necesidad de la fisioterapia universal, cuyo principal objetivo es promover, mantener, restablecer y aumentar el nivel de salud de todos los ciudadanos a fin de mejorar la calidad de vida de la persona y facilitar su reinserción social plena.